Cuando a partir de 1959 se empezó a desecar los 42 kilómetros cuadrados que medía la Laguna de Antela, muchas de las especies que tenían en ella su morada buscaron refugio en la contigua Veiga do Limia, la ribera del río que da nombre a la comarca. Hoy este espacio de gran valor biológico es un espacio natural que en su mayor parte pertenece al municipio de Trasmiras.
Este lugar tiene su tesoro, en esta zona rica en vegetación de 1.400 hectáreas. La Vega corre por el Noroeste, y la vida natural del resto del municipio depende de las cuencas de otros dos ríos importantes, el Faramontaos y el Trasmiras, del que toma nombre esta tierra.
Entre unos y otros, aquí y allá, surge el románico rural, representado en un buen número de templos parroquiales. Ejemplos de ello hay, sobre todo, en Zos, con la genuina iglesia de Santa María, en Abavides, con la de San Martiño, en Vilar de Lebres, con San Salvador; y en la propia localidad de Trasmiras, con la parroquia de San Xoán. En Santa Mariña de Escornabois sobresale el conjunto formado por un cruceiro y un peto das ánimas. En lo alto de la ermita de Viladerrei aguarda una gran panorámica de la comarca de A Limia, y en Vilaseca existe un área recreativa con piscinas, camping, pistas polideportivas y aeródromo de ultraligeros.
Trasmiras es atravesada por la Vía de la Plata o Camino Mozárabe rumbo a Santiago de Compostela.
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