Muy cerca del lugar en el que el continente europeo despide al Sol. Allí se encuentra Dumbría, una localidad que hechiza por su naturaleza de mil caras. Predomina el verde de los pinares y el castaño de las montañas.
La formación más rara es la de Pedra do Brazal, dos inmensas rocas llenas de musgo colocadas una encima de otra en forma de reloj de arena. La zona de Dumbría más cercana a la costa sorprende con una linda playa de arena fina, la de Ézaro. A los pies del Monte Pindo, el Olimpo celta, están los lugares más increíbles para admirar de este paraíso: la cascada del río Xallas, de los escasos ríos europeos que desembocan en forma de cascada en el mar, y, el mirador del Ézaro, una Meca para los amantes del ciclismo.
A muchos les sonará Dumbría porque es atravesada por el camino de Santiago hacia Finisterre y Muxía. El Ponte Olveira (s. XVII), con sus tres arcos de unos 7m, da la bienvenida a los peregrinos. También relacionada con el Camino de Santiago está la iglesia de San Pedro de Buxantes, de hecho, su campanario barroco lo construyó Domingo de Andrade, el mismo arquitecto que reformó la Torre barroca de la Berenguela de la Catedral de Santiago.
Como destino marcado del peregrino se encuentra también la ermita de Santa Uxía, ya que aúna su misticismo arquitectónico y un paisaje único que une el río Xallas con el mar de Ézaro.
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