El municipio de Antas de Ulla ocupa el verdadero centro geográfico de Galicia. El paisaje está muy marcado por el monte Farelo y el río Ulla. La economía municipal se basa fundamentalmente en la agricultura y la ganadería. Dispone de cuatro rutas oficiales: la ruta al Balneario de Frádegas, la ruta de los Petroglifos de San Fiz, la subida al monte Farelo, y la ruta del Muíño do Corgo. Este encantador ayuntamiento lucense cuenta con 1976 seoaneses/ullanos repartidos en 28 parroquias y 132 núcleos de población enclavados en el geodestino Lugo e a Terra Chá y la comarca de A Ulloa.
El río Ulla nace en los montes de Olveda en el ayuntamiento de Antas de Ulla.
En cuanto a gastronomía destacan tres productos: el pan de Antas (elaborado de forma artesanal en hornos de leña y amasado con harina de trigo del país), el queso D.O. Arzúa-Ulloa y la carne de ternera; sin olvidar los huevos, castañas, setas y espárragos entre otros. Como derivados del pan, cabe destacar la excelente calidad de las empanadas, con los rellenos más variados y a gusto del consumidor, pero destacando la de carne, bacalao, atún y la de liscos (trozos de tocino).
En la parte de historia comenzamos por el topónimo “Antas” que significa dolmen o monumento megalítico, nos hacemos una idea de la antigüedad de los asentamientos de población en el que hoy es el municipio de Antas de Ulla. La gran cantidad de restos arqueológicos que se pueden hallar en esta zona, desde petroglifos a dólmenes, además de las mámoas, así como en épocas posteriores los castros, son testigos pétreos de lo que se cree debió ser un importante poblado megalítico. Aunque apenas existe una historia conocida del municipio, se conocen ciertos hechos históricos que dan una idea del devenir de estas tierras con el paso de los años. Por ejemplo, se sabe que aquellos asentamientos del megalítico serían ocupados posteriormente por los romanos, dado que por la Comarca de A Ulloa, formada por los municipios lucenses de Antas de Ulla, Monterroso y Palas de Rei, pasaba en la Edad Antigua la vía que unía Lucus Augusti (Lugo) e Iria Flavia (Padrón).
También se tienen noticias, a través del Códice Calixtino, del hecho de que en el siglo VI se constituyó el Condado de Ulliensis, tomando como nombre el del río Ulla, que nace en este municipio. Pero si por algo se caracteriza la historia de Antas de Ulla, es por sus leyendas, que forman parte de la tradición popular y hablan sobre tesoros escondidos bajo los castros, de rituales de un culto druídico en el Monte Farelo y en la Ponte Pedriña, de manantiales a los que se atribuyen virtudes curativas, como el del Campo de las Antas, en el que antaño existió una capilla (por lo que pasó a llamarse Campo de las Santas), o multitud de leyendas de moros y encantos.
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