En la sección de Psicología de Es la Mañana de Federico la investigadora y divulgadora educativa nacida en Canadá y madre de cuatro hijos, Catherine L'Ecuyer, ha presentado su libro Educar en el asombro de la Editorial Plataforma, Décima Edición.
En los últimos años, los padres vivimos un bombardeo de consejos, manuales, programas e instrucciones sobre cómo hemos de educar a nuestros hijos... a la vez, los niños viven en un mundo de estímulos que a veces les hace sentirse abrumados. En este sentido la autora propone Educar en el asombro: volver a la educación tradicional, olvidándonos de tantos deberes, tabletas, nuevas tecnologías y tanto estímulo.
Qué es educar en el asombro. Educar en el asombro es dar prioridad al juego, al silencio, a la naturaleza, respetar los ritmos, las etapas, rodear a los niños de belleza... Que los niños digan "Mira, mamá..." constantemente.
La sobreestimulación atrofia la capacidad de interesarse por el mundo que les rodea. Es tan nociva la carencia de estímulo como el exceso. La autora sostiene que tanta actividad predispone a la apatía y al fracaso escolar. "Los niños de los últimos veinte años viven en un entorno cada vez más frenético y exigente, que por un lado ha hecho la tarea de educar más compleja, y por otro, los ha alejado de lo esencial".
Los deberes. La autora ha realizado sus investigaciones con niños de Educación Infantil (de 0 a 5 años). En la actualidad, muchos colegios ponen deberes a los niños de esta edad con la excusa de que son buenos para "crear un hábito". La autora cree que a esa edad los niños deberían jugar más. "Es absurdo que carguen con mochilas que pesan más que ellos y que en el aula les pongan películas y en casa tengan que hacer deberes...".
Los resultados escolares. A pesar de que somos uno de los países en los que la escolarización es más temprana, los resultados en la media de la OCDE son peores que en el resto de Europa. La tableta frente al juego. Los padres de hoy saturamos a los niños desde que son bebés con tabletas, idiomas y actividades extraescolares que les alejan del juego, la naturaleza o el silencio.
En su libro la autora asegura que varios ejecutivos de Silicon Valley han prohibido las tabletas a sus hijos. Según L'Ecuyer, no está comprobado que tengan beneficios en los niños: no significa que no tengan valor educativo, significa que exigen poco esfuerzo mental.
Actividades adecuadas a la edad. La autora cuenta en su libro que en un cumpleaños de un niño de 8 años, los padres contrataron a un catedrático para enseñar experimentos químicos, en vez de a un payaso. Según la autora, el proceso de aprendizaje es "desde dentro hacia afuera", para estimular la capacidad de asombro y no hacer del niño un niño pasivo al que le viene todo hecho.
La difícil conciliación. La autora es partidaria de hacer más largas las bajas por maternidad, y de cambiar los horarios para que las familias puedan verse. Hay familias que se ven obligadas a apuntar a sus hijos a todo tipo de actividades extraescolares para poder trabajar. Aburrirse es bueno. En el aburrimiento brota la chispa de la creatividad.
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