En medio de los escándalos que rodean a UGT publicados desde este verano, muchos sindicalistas de base han perdido la confianza en sus dirigentes. Este es el caso de Antonio María Aguirre, que tras 35 años afiliado al sindicato ha decidido darse de baja.
En Es la tarde de Dieter, Aguirre ha dicho que fue una "decisión muy dura" pero "coherente con mis principios". Desde que se conocieron las irregularidades, ha explicado, se puso "en contacto con la secretaría general" para pedir explicaciones y que al menos se apartara temporalmente a las personas bajo sospecha. La respuesta fue "ninguna": "Estuve un par de meses insistiendo. Se veía que esto era algo planificado durante años y lógicamente no hay contestación posible, razonable o digna".
Aguirre ha dicho que se fue "seriamente dañado por la actuación de mi propio sindicato" y que ese sentimiento se extiende entre las bases. Tras contar que muchos le animan a denunciar lo ocurrido en los medios, ha dicho que él quiere la dimisión de Cándido Méndez y la convocatoria de un congreso extraordinario que defina "una política de financiación democrático desde el propio sindicato".
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