Son los últimos en salir de trabajar, se sienten mal si se toman un día libre o toman notas mientras comen, son sólo algunos de los síntomas de las personas adictas al trabajo. Nuestra oficina o puesto de trabajo se convierte en la mayoría de las ocasiones en nuestra segunda casa, el lugar donde más horas pasamos después de nuestra vivienda. Sin embargo, numerosas personas ya pasan más horas en su puesto de trabajo que en su propio hogar. ¿Cómo podemos saber si somos adictos al trabajo?
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón y de la de Utrecht (Holanda) establece una serie de variantes que podrían identificar si una persona sufre adicción al trabajo. Para el estudio, publicado en la revista Psicothema, han realizado una serie de encuestas a más de 2.000 trabajadores españoles y holandeses.
Uno de los autores, Mario del Líbano, ha explicado En Casa de Herrero que estas personas "quieren controlarlo todo en todo momento, tienen problemas para trabajar en equipo, son demasiado perfeccionistas y tienen muchos problemas a nivel social, familiar e incluso laboral".
En cuanto al perfil, Del Líbano ha explicado que "esta adicción se da tanto en hombres como en mujeres con una edad que oscila entre los 35 y 45 años en trabajos más cualificados". El investigador de la universidad de Castellón asegura que "en España socialmente está muy bien visto trabajar muchas horas, incluso hay gente que alardea de ello". Para Del Líbano, la clave radica "en encontrar un equilibrio entre nuestro trabajo y nuestra vida y que lo que hagamos nos guste".
Las claves para saber si somos adictos son:
1. Parece que estoy en una carrera contrarreloj.
2. Me encuentro continuamente trabajando después de que mis compañeros ya lo han dejado.
3. Para mí es importante trabajar duro incluso cuando no disfruto de lo que estoy haciendo.
4. Generalmente estoy ocupado, llevo muchos asuntos entre manos.
5. Parece que un impulso interno me lleva a trabajar duro, es como un sentimiento de que es algo que tengo que hacer tanto si quiero como si no.
6. Dedico más tiempo a trabajar que a estar con mis amigos, practicar hobbies o hacer actividades de placer.
7. Me siento obligado a trabajar duro, incluso cuando no lo disfruto.
8. Me encuentro a mí mismo haciendo dos o tres cosas al mismo tiempo, como comer y tomar notas mientras estoy hablando por teléfono.
9. Me siento culpable cuando tengo un día libre en el trabajo.
10. Me resulta difícil relajarme cuando no estoy trabajando.
No obstante, Mario del Líbano aclara que "no hay que confundir esta adicción con lo que llamamos vinculación con el trabajo; personas que disfrutan haciendo lo que hacen, a las que se les pasa el tiempo rápido... pero que sin embargo saben desconectar porque tienen muy presente otras facetas de su vida". Asimismo, subraya la importancia de esforzarse en el trabajo, "no hay que confundir las cosas, todo trabajador tiene que esforzarse, pero teniendo en cuenta cuál es su vida. Imagínate si no como sería alguien que solo trabaja y se marca nuevas metas laborales continuamente".
La solución pasa primero por identificar y reconocer "que se tiene un problema para poder aprender a distribuir más su tiempo y descubrir que tiene otras facetas de su vida".