“A la discoteca han ido siempre musulmanes a tomar una coca-cola o un whisky”

La presión de las comunidades islámicas y las amenazas de los radicales han conseguido finalmente que los propietarios de la discoteca La Meca cedan a sus exigencias.

La discoteca de Águilas, en Murcia, fue construida en 1989, sin embargo la polémica surgió hace un par de semanas cuando un trabajador senegalés de confesión musulmana se negó a trabajar en el local.

Mohamed Reda, secretario de la Unión de Comunidades Islámicas en Murcia, ha estado En Casa de Herrero donde ha asegurado que "recuerdo haberla visto muchas veces antes. Pero tras la reapertura y la polémica del senegalés que dio el aviso a algunos musulmanes lo tomamos en serio".

De hecho, Reda ha admitido que a la discoteca "siempre han ido musulmanes a bailar, tomarse su coca-cola o su whisky, todos no son muy practicantes, no podemos controlarlos".

Según Reda, "es ofensivo para el Islam, es como si hubieran juntado a Dios con el diablo, un sitio de culto con un sitio de ocio". Además, ha querido subrayar que "la mezquita representa a Dios, la discoteca vende alcohol y tiene cosas contra las costumbres del Islam".

El secretario de la unión de comunidades islámicas considera que "los propietarios han sido prácticos, han entendido que para no ofender a los vecinos musulmanes era mejor hacer cambios".

Reda ha dicho que "lo que estamos buscando todos es la convivencia, no había que ir tan lejos (en referencia a las amenazas que han recibido los propietarios)". El secretario, que ha estado inspeccionando el exterior y el interior del edificio, ha señalado que "no hay inscripciones del Corán en su interior como se dijo, sólo hay arcos árabes y alrededor una semejanza de textos árabes que no son".