La crisis del coronavirus está dejando, además del elevado número de víctimas mortales y del estrés de los sistemas sanitarios, una crisis económica a nivel europeo que está lastrando gravemente las economías de los países. Por ello, la Comisión Europea ha trabajado desde el inicio en tratar de paliar las consecuencias a corto y largo plazo.
A corto plazo se han establecido medidas para ayudar a las economías durante estas últimas semanas, adoptándose un paquete de emergencia de más de medio billón de euros para luchar contra la pandemia. Y a largo plazo, los líderes de la UE han decidido que los presupuestos europeos jueguen un papel clave a la hora de la reconstrucción de la economía, a través de un plan de recuperación económica que se presentará próximamente.
Las medidas adoptadas durante estas semanas han estado divididas en tres paquetes. Uno, destinado a los trabajadores y a los autónomos. Otro, para las empresas y las pymes de los países miembros de la Unión. Y el último, para los gobiernos de cada uno de los países.
Desde la Comisión Europea destacan la red de seguridad para los trabajadores que ha respaldado un programa de préstamos de hasta 200.000 millones de euros a los países de la UE para que financien los regímenes nacionales de reducción de tiempo de trabajo. El objetivo es preservar la mano de obra cualificada en la economía, que los puestos de trabajo se mantengan.