No existe una normativa a escala comunitaria que regule el contenido de las grasas trans en los alimentos o que obligue a etiquetarlas y que encontramos en comida rápida, bollería industrial, platos precocinados, patatas fritas.
Cuatro Estados miembros de la UE -Dinamarca, Austria, Hungría y Letonia- han fijado límites legales a la presencia de grasas industriales trans en los alimentos. Entrevistamos a María José Castro Alija, médico especialista en Nutrición y profesora en la Universidad de Valladolid (Uva)