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Antonio Herrero, el rey de las mañanas

Antonio Herrero se inventó el matinal de radio y la tertulia política tal y como lo conocemos hoy. Hoy se cumplen 25 años de su muerte.

Antonio Herrero se inventó el matinal de radio y la tertulia política tal y como lo conocemos hoy. Hoy se cumplen 25 años de su muerte.
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Antonio Herrero aterrizaba en la Antena 3 Radio de Martín Ferrand con un estilo propio que le convirtió en el primero de la mañana. En sentido literal, porque fue el que se atrevió a arrancar su programa a las 6, cuando todos empezaban a las 9. Y porque pronto el EGM le situó como el líder de las ondas. Y eso que venía de la prensa escrita, pero la radio corría por sus venas.

Al frente del matinal de Antena 3 radio, Antonio terminó imponiendo el horario y obligando a madrugar a sus competidores, como Luis del Olmo o Iñaqui Gabilondo, pero para entonces, cuando se sumaron al formato de Antonio, Antena 3 Radio ya era la más escuchada en España. Antonio lo había conseguido convirtiéndose en el azote de la corrupción del Gobierno de Felipe González.

Pero Antonio no sólo innovó en el formato, sino también en el tono, en la forma de explicar las noticias. Desde su micrófono espetaba al Gobierno lo que cualquiera de sus oyentes hubiera querido decirle. Inauguró el formato de tertulia política en las ondas tal y como la conocemos hoy.

Eran tiempos en los que el poder lo ostentaban Felipe González, Polanco y Mario Conde y Antena 3 Radio se había convertido en la piedra en el zapato de todos ellos. La voz de Antonio ponía día tras día en evidencia escándalos como los GAL, Rumasa o Roldán.

El golpe en la mesa llegó en 1992 cuando Polanco, Asensio, Godó y Mario Conde perpetraron el antenicidio: Compraron A3, básicamente para cerrarla y ceder sus emisoras a la SER.

Con Antonio se despidieron también Federico Jiménez Losantos, Luis Herrero y José María García, quienes recalaron en la COPE. Fue el 14 de diciembre de 1992. Y en aquellos micrófonos continuó contando la información, siguió creciendo como líder de opinión y siguió acuñando un sello propio que regaló a los oyentes momentos únicos, como cuando se puso a negociar en directo con un secuestrador que tenía a 6 personas retenidas en un banco.

Una época en la que no había Internet pero en la que la información propia era la piedra angular de un programa vivo en el que no dudó en narrar in situ cuando la situación lo requería. Uno de sus momentos radiofónicos más memorables fue la descripción que hizo en directo desde el zulo de Ortega Lara

Allí había acudido invitado por nuestro querido Cayetano González junto a Luis del Olmo y otras estrellas de la mañana. Cuentan quienes le conocieron en la época que Antonio se las apañó para entrar en antena el primero. Era el 7 de julio de 1997. Ya con Aznar en el Gobierno.

El felipismo ya no había podido aguantar más y Antonio desde sus micrófonos había contribuido a elevar a Aznar a la Moncloa, que tampoco se libró entonces del comentario afilado de Herrero, que seguía, como hemos recordado en sus inicios en Antena 3 radio, sin cortarse y seguía resultando molesto para el poder.

No se imaginaba y de hecho, nunca lo llegó a saber, que un año después sería el mismo Aznar el que pediría su cabeza profesional.

Era el 39 de abril del 98. Antonio hacía el que sería su último programa solo 3 días antes de que Aznar quisiera citara en Moncloa a Federico Jiménez Losantos y a Luis Herrero. Lo cuenta con todo detalle el director de este programa en su libro De la Noche a la Mañana. Les pidió que tomaran partido: O abandonar a Antonio o salir de la COPE con él. Escogieron lo segundo, con el pesar de decidir quién se lo decía … No les dio tiempo. A la mañana siguiente, recibían la noticia de su muerte.

El estrés de la persecución política que sufrió agravaron, seguramente, el estado de la úlcera de estómago que padecía mientras buceaba en las aguas de su querida Marbella. Como escribió aquel día en su obituario el propio Federico: "No hubiera querido otras".

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