Antonio Iglesias, uno de los peritos independientes que participó en la pericial de los explosivos del 11-M ha sido entrevistado en Es Noticia de esRadio, donde ha hablado sobre el hallazgo llevado a cabo por Libertad Digital.
Iglesias ha explicado que los restos descubiertos "es muy dudoso que estas alturas, desde el punto de vista de la química analítica" tengan validez, dado el largo tiempo transcurrido. Explicó que tampoco desde "el punto de vista jurídico" podrían extraerse pruebas concluyentes de los restos, "porque no ha estado sometido a una cadena de custodia. Eso lo hace inviable", explicó.
No obstante, estos restos de vagón sí podrían tener validez "porque se podrían obtener datos del examen visual de los restos de los trenes, porque cada explosivo rompe de un modo", añadió Antonio Iglesias. "El titadyne rompe de un modo, el explosivo militar rompe de otro...", enumeró.
"Si no se hubieran ocultado cabría esperar que hubiéramos tenido analíticamente más informaciones que las que obtuvimos", aseveró Iglesias, ya que para determinar qué explosivo se utilizó "sólo obtuvimos 23 pequeñas muestras, que aparte de ser malas y pequeñas, fueron lavadas con agua y acetona".
Iglesias aseguró que sentiría "estupor" ante el hallazgo del foco "si no fuera porque ya estamos curados de espanto ante las sorpresas múltiples, tanto en la instrucción, como en la investigación, así como en la sentencia del 11-M", razonó.
¿Por qué se ocultaron los restos?
El perito confesó desconocer "a qué razones obedece" la ocultación de estos restos y reconoció que "es muy extraño, si no estuviéramos acostumbrados a las anomalías... pero se puede aventurar que obedece a una voluntad firme de ocultación e interceptación de las pruebas". Y añadió: "Aquí ha imperado la fuerza, la falsedad y la ocultación".
En este sentido, Iglesias recordó que "la Audiencia Nacional ha archivado los juicios que la juez Coro Cillán tenía muy bien encaminados, sobre las causas de tanto entorpecimiento", lo cual imposibilita aún más el esclarecimiento de la verdad.
Desde su experiencia pericial, Iglesias considera probado que "se destruyeron cantidad de muestras y se han adulterado las pocas y malas que recibimos" para el análisis.
Por otro lado, Antonio Iglesias opinó que llegar al fondo de este asunto depende de dos componentes: "Que la gente deje de pensar en las cañitas y las gambitas, y que haya una voluntad política de esclarecer el caso".