Menú
Carta de amor

Donde yo habito

Escúchame amor. Tú y yo estamos lejos, muy lejos. A un océano y pico, exactamente.

Carta de amor: Donde yo habito

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Tu mundo es tan diferente al mío. Cada una tiene una vida, cada una su familia, su trabajo, sus amigos, sus luchas diarias, alegrías y tristezas. El sol que nos ilumina brilla de forma diferente allí, y exaspera su ardor aquí. A veces mientras ando, cierro los ojos ante él y pienso que el aire que me acaricia acaba de besar tu boca y aspiro a tenerte más cerca así.

Habitamos mundos diferentes separadas no solo por kilómetros o millas, o por el maldito tiempo que marca el estúpido reloj, que se empeña en que yo sueñe cuando tu duermes y viceversa.

Pero hay un mundo en el que yo habito cuando tú habitas. En él no existen los nombres ni las calles y se han borrado los apellidos. Donde estamos tan estrechamente unidas, confundidas y mezcladas que formamos un solo ser. Es el mundo en el que te hayo sin tenerte, en el que te contemplo sin verte, en el que te sueño perfecta, eternamente.

 Y soy esclava, como los de Platón, de las sombras de esta hermosa realidad de amor y ensueño. Como dijo René, esclava que sueña y es libre, y al sospechar que esta libertad es solo un sueño temo despertar y quiero seguir siendo engañada.

Después disimulo de vuelta mi mundo, como si no hubiera más vida que ésta. Como si siguiese siendo yo, la de siempre, la que era antes de haberte conocido, la que sólo amaba a los hombres. Pero te llevo dentro y te pienso en cada tic tac del estúpido reloj que te suma siete, siempre. Y cada noche anhelo el lugar donde habitas y habito yo también.

Marta

0
comentarios

Servicios

  • Radarbot
  • Libro
  • Curso
  • Alta Rentabilidad