El que fuera hasta hace unas horas el preso que más tiempo llevaba en prisión en España, Miguel Montes Neiro, indultado parcialmente por el Gobierno en diciembre, compartió este miércoles con Luis Herrero, conductor y director de En Casa de Herrero, en esRadio, sus primeras impresiones en libertad.
"La comida ha estado deliciosa, nos hemos quedado satisfechos. Aparte de abrazar a los míos, lo primero que he hecho, no podría decirte. Sentirme como un dios". Así describía sus primeras horas junto a los suyos, que han ido a recogerle a la cárcel en la que cumplía condena.
Montes Neira también ha descrito cómo se enteró que salía de la cárcel y cómo han sido sus últimas horas: "Me enteré ayer por la tarde que salía, por un compañero del mismo módulo, que lo había visto por televisión. La última noche en la cárcel ha sido un infierno, un verdadero infierno, porque he estado como un lego en una jaula. Me he comido dos pastillas para dormir, pero no había manera".
El preso, que ha sido condenado en los últimos 36 años por una treintena de delitos, entre ellos varios asaltos a mano armada o seis fugas de prisión, dijo que "nunca he estado con mis hijas en libertad plena", sino "fugado", y recordó que su familia –conoció a su mujer y tuvo a sus hijas durante sus fugas– son la "única razón por la que estoy vivo". "Estaba pensando en suicidarme. Si no las tuviera me habría comido dos metadonas y había dicho al mundo adiós para siempre", añadió.
Durante la entrevista, hizo un guiño a muchos de los que han sido sus compañeros en prisión en los últimos años: "Hay un puñado de compañeros que no merecen ser cautivos, porque no han cometido ningún delito, porque no son malos, yo que convivo con ellos veo que no son malas personas".
Por último, avanzó que su abogado, sobre el que dijo que "no le he pagado un duro nunca", escribirá sus memorias durante en meses próximos, ya que él mismo le contará su vida "con pelos y señales".