Este viernes por la noche se celebra la KH-7 Nocturna del Guadalquivir, la carrera popular sevillana que está ya considerada como la más importante de su categoría en Europa y una de las tres más destacadas del mundo. Las cifras de participación así lo atesoran: hay unas 20.000 personas inscritas. La carrera, de hecho, se ha convertido en todo un fenómeno social en la ciudad hispalense. Una fiesta del deporte que recorrerá algunos de los sitios más emblemáticos de la capital, como la Torre del Oro, la plaza de la Maestranza, el parque de María Luisa y el Costurero de la Reina o la Basílica de la Macarena.
La prueba, fiesta del deporte de la ciudad, arranca a las 22,00 horas desde la Glorieta de Buenos Aires, con un recorrido de nuevo de 8,5 kilómetros por el río y la Ronda Histórica, finalizando de nuevo en el Paseo de las Delicias. La Nocturna del Guadalquivir concitará a atletas de América, desde Canadá, Estados Unidos, México, Venezuela, Ecuador, Brasil, Colombia, Uruguay, Perú hasta Argentina; de Europa, desde los países nórdicos como Finlandia, pasando por los centroeuropeos como Francia y Alemania de donde procedía el ganador del pasado año, hasta los mediterráneos, como Italia, Gracia o Malta; y también de Oriente Medio y de África, como Marruecos o Túnez. Curiosamente en esta edición, tras España y Portugal, la nacionalidad más frecuente entre los atletas es la polaca.
A ellos se suman participantes de todas las provincias españolas, con unos 400 de Huelva, Cádiz y Badajoz como referencia, pero con inscritos desde Las Palmas a Ourense y Pontevedra o desde o Tenerife hasta Teruel. La Nocturna también es un referente en la inscripción de mujeres, teniendo en cuenta que más de un 40 por ciento de los inscritos son corredoras.
Diferentes colectivos participan demostrando que se pueden romper todas las barreras. Es el caso de los 'carros de fuego' para menores con diversidad funcional asistida, que originaron la categoría que lleva su nombre en el calendario municipal de carreras, así como del colectivo de sordociegos a través de asociaciones como Apascide y Afoprodei.