La historia Cruz de la Inquisición, ubicada entre la Sala Capitular y el Arquillo del Ayuntamiento de Sevilla, ha sufrido en la noche de este pasado lunes un acto vandálico que ha destrozado los dos brazos de este crucifico. Tanto Policía Nacional como Local están llevando a cabo las acciones pertinentes para localizar a la mujer que presuntamente ha roto esta cruz, ubicada en la Plaza de San Francisco.
Según han confirmado fuentes municipales, la persona que ha realizado este acto vandálico ha huido aparentemente tras realizar el destrozo por la noche, por lo que en estos momentos se encuentra en proceso de localización.
Sin embargo, los pedazos de los dos brazos de la cruz han podido ser recuperados, después de que agentes de la Policía Local y Nacional recogieran los restos, con ayuda de operarios de la empresa de limpieza municipal, Lipasam.
En este sentido, desde el Ayuntamiento hispalense se ha anunciado que se procederán de manera inmediata a iniciar los trabajos destinados a la restauración de esta cruz de piedra existente junto al arquillo de la Casa Consistorial.
El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha condenado que una persona haya llevado a cabo un "destrozo vandálico absolutamente inexplicable" en la "joya" patrimonial que supone la Cruz de la Inquisición ubicada en junto al arquillo del Ayuntamiento hispalense, en la plaza San Francisco, a la par que ha anunciado que el expediente para su reparación se llevará a cabo de manera urgente.
"La ciudad va a intervenir, como en otros casos, para resolver lo ocurrido, intentar identificar al culpable y ponerlo en manos de la Justicia porque es un delito y un daño al patrimonio de la ciudad", sentencia el alcalde.
Además, deja claro que, "evidentemente, de manera inmediata, se realizará de forma urgente un expediente de actuación y reparación de esa joya que tiene esta ciudad en ese punto", mientras que ha lamentado que se produzcan este tipo de actos vandálicos, como los realizados también anteriormente en la Plaza de España o en la glorieta de Bécquer del Parque de María Luisa.
Considera que son acciones "individuales de una persona que, en un momento y de manera increíble, decide cargarse un monumento emblemático de la ciudad". "Desgraciadamente estas cosas pueden ocurrir y son enormemente rechazables", sentencia. La pieza patrimonial hace alusión, precisamente, al lugar donde tuvo lugar el último auto de fe de Sevilla.