Dios los cría... y ellos se juntan. Y lo han hecho. Albert Boadella y Fernando Sánchez Dragó se han juntado para escribir un libro, "Dios los cría...", que presentan este miércoles en la plaza de toros de Las Ventas en Madrid.
El libro es fruto de una serie de conversaciones en marzo de este año en las casas de los dos escritores. En esos encuentros hablaron "sin cortapisas y de todo: del mundo, del sexo, de las drogas, de Dios, política..., es decir, de lo que normalmente se habla en una tertulia animada pero con naturalidad y sinceridad" ha explicado Boadella en esRadio.
Sánchez Dragó nos ha explicado que "Alberto y yo tenemos una actitud vital muy diferente: yo soy dionisíaco, excesivo, vehemente, exagerado, audaz..., él es todo lo contrario, es muy conservador, prudente, moderado..., (el libro) es un tipo de conversación entre Dionisio y Apolo, lo dionisiaco y lo apolinio".
Sin embargo, Dragó ha asegurado en Es Noticia, presentado por Dieter Brandau, que "lo curioso es que cada uno de los dos por caminos muy distintos, puestos que su manera de vivir y su estilo de vida y los míos no pueden ser más diferentes, él es monógamo y yo soy polígamo por poner un ejemplo, es que hemos llegado a conclusiones extraordinariamente parecidas en todo".
Ambos autores han explicado en esRadio que el libro es totalmente incorrecto, "es la incorrección política llevada al máximo, ponemos en tela de juicio todo y ponemos pringando a todos", ha apuntado Dragó. Entre los que "ponen pringando" están los nacionalistas, con quienes "tenemos una mirada muy crítica, a veces feroz, como con las estructuras de lo que es la democracia actualmente" ha añadido Boadella.
Según Sánchez Dragó, "entre las conclusiones a las que llegamos es que este país no tiene futuro, que se desguaza, la España actual es una danza de la muerte". Dice no tener "ninguna esperanza de que España vuelva a ser un país serio, es un puro esperpento, es ruedo ibérico, es tal como la vio Valle Inclán". No obstante, reconoce que "hay una España agazapada que está tan agazapada, tan ensordecida por el griterío reinante, que es muy difícil que vuelva a levantar la cabeza".