La receta: Angulas de Monte
Ingredientes:
- Chantarella Tubarius (la seta)
- Aceite de oliva
- Ajo.
- Guindilla
- Sal.
Preparación:
En una cazuelita de barro calentamos el aceite. Cuando está bien caliente añadimos el ajo, las setas y la guindilla. Mantenemos al fuego 2 o 3 minutos antes de que se queme el ajo. Retiramos y servimos directamente en la cazuelita de barro.
CONSEJOS PARA LA RECOLECCIÓN DE SETAS
- No utilice bolsas de plástico: las setas no transpiran bien y se estropean mucho antes. Las cestas o cajas con ranuras son más adecuadas.
- Procure recolectar las setas completas, ayudado por una navaja y con sumo cuidado.
- Nunca utilice rastrillos y evite remover el suelo que las rodea, ya que puede dañar el micelio, lo que dificultará la aparición de nuevos ejemplares en el futuro.
- Limpie cuidadosamente la tierra, arena, u otros restos adheridos a las setas mediante un pincel o brocha pequeña. Tenga especial cuidado y coloque el sombrero con las laminas hacia abajo para evitar que se manchen. Trate de llevar las setas a casa limpias, procurando no lavarlas mucho pues pierden su aroma.
- No deje las setas mucho tiempo en el frigorífico. Son productos perecederos y deben consumirse de inmediato para apreciar al máximo todas sus propiedades culinarias.
- Las setas demasiado maduras son indigestas. Es conveniente dejarlas en el monte para que diseminen sus esporas y sirvan de cobijo o de alimento a muchos animales.
- Las setas tienen la particularidad de acumular metales tóxicos para la salud (Cd, Pb, Hg, que abundan en zonas contaminadas, áreas industriales y bordes de carreteras (consecuencia de las gasolinas con plomo). Por tanto, evite coger setas en estas zonas.
- Es muy conveniente asistir a cursos o exposiciones micológicas y comparar con mucho cuidado las setas recolectadas con las descripciones de las guías de micología. Recuerde que los libros, aún siendo especializados, sólo recogen una pequeña parte de las setas de nuestros bosques. Una seta parecida a otra que se sabe comestible no tiene por qué serlo.
Existen falsas reglas que hemos de rechazar, como las que se citan a continuación:
- No es verdad que todas las setas que salgan en el mismo lugar sean siempre comestibles.
- No es cierto que las setas que cambien de color al ser cortadas sean venenosas. Algunas setas mortales no cambian de color y otras buenas comestibles sí lo hacen.
- No es cierto que sólo las setas venenosas oscurezcan los objetos de plata, ajos, cebollas, etc.
- No es cierto que las setas comidas por animales sean comestibles. La fisiología del ser humano y de algunos animales es diferente.
- No es cierto que al conservar las setas en salmuera o vinagre pierdan su toxicidad.
ANTE LA MÁS MÍNIMA DUDA NO LAS CONSUMA.