El popular Luis Insua ha sido elegido este martes nuevo alcalde de la localidad coruñesa de Fisterra al prosperar la moción de censura contra la regidora Áurea Domínguez Sisto (Alternativa dos Veciños) impulsada por el PP y que ha contado con el apoyo del edil díscolo del partido de gobierno, Francisco Martínez Traba.
Como estaba previsto, con este apoyo, Insua ha logrado la mayoría absoluta del pleno municipal, cumpliendo así los requisitos establecidos en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), conforme a la sentencia del Tribunal Constitucional que eliminó la directriz que impedía una iniciativa de este tipo si dependía del voto de un tránsfuga.
La sesión, que se ha celebrado en un abarrotado salón del Mercado Cultural del municipio, ha comenzado con las palabras del candidato a la Alcaldía, que ha defendido que esta moción no es "un acto de revancha", al tiempo que ha asegurado que de ella saldrá "un gobierno fuerte y sensato".
Además, Insua, tras recordar que la moción "cumple todos los trámites de la legalidad", ha pedido "hacer memoria", recordando, entre otras cosas, algunas de las discrepancias del grupo de gobierno.
En todo caso, ha prometido "trabajo diario" y "compromiso con los fisterráns". También ha puesto en valor que el Grupo popular "actuó siempre con responsabilidad" y "respetó la toma de decisiones del
Gobierno", permitiendo, ha dicho, "el pago de facturas a proveedores".
"A pesar de esto, la alcaldesa difundió todo tipo de bulos para decir que éramos nosotros los que no dejábamos hacer, algo completamente falso", ha aseverado antes de lamentar que hayan sido dos años de mandato "inestables y complicados", donde los grandes proyectos "siguen sin salir adelante".
"Queremos un gobierno local estable, que escuche a todos los grupos, sin sectarismos ni exclusiones, dialogante y comprometido con el interés general. Pedimos el respaldo para un proyecto común, de consenso y de futuro para todos los fisterráns", ha concluido entre aplausos de una parte del público asistente.
A continuación, ha sido el turno de la hasta ahora alcaldesa, Áurea Domínguez, que ha puesto el foco en que el Grupo Popular "no dio explicación de la motivación ni hizo público el pacto que hicieron con el díscolo", dando a entender, en su opinión, "que se trata de un oscuro pacto" con intereses "particulares y espurios".
"Conveniencias, para uno y para los otros, que nada tienen que ver con la gestión que el equipo de gobierno estaba realizando a favor de Fisterra", ha reivindicado
Para Domínguez, los concejales que firman la moción "no hacen un uso acertado de esta herramienta democrática", ya que uno de los ediles (el que fuera su compañero de partido) "se acoge a ella para vender o regalar la voluntad de los votantes que lo hicieron concejal" y lo hace, a su juicio, "para hacer valer sus propios intereses, transformándola en una herramienta personal" para apartarla de la Alcaldía, mientras los ediles del PP "la usan para adquirir esa voluntad popular que no consiguieron en las urnas".
Por eso, ha defendido que el único objetivo de esta moción es destituirla como alcaldesa "desoyendo la voluntad del pueblo" para conseguir "lo que saben que no pueden conseguir de la voluntad del pueblo". "Por lo menos, esto es lo que ellos piensan, si no habrían esperado a que las urnas decidieran", ha aseverado entre aplausos de los vecinos que la arroparon en el pleno de este martes.
En este punto, ha asegurado que la motivación del edil tránsfuga para apoyar esta moción comenzó en el momento en que ella, según ha destacado, "no estaba dispuesta" a saltarse la ley para "satisfacer sus intereses".
También ha dado un "tirón de orejas" a la Xunta, a quien ha acusado de "un desprecio continuo al Ayuntamiento de Fisterra" durante el mandato. "¡Adelante, Fisterra! Nos veremos en las urnas", ha proclamado.
Por su parte, el portavoz socialista, José Marcote, ha reprendido al PPdeG por apoyar la moción presentada por Luis Insua, mientras ven "ilegítima" la presentada en su momento por Pedro Sánchez. Además, ha confrontado los "modelos totalmente contrarios" del PSOE y del PP y ha reprochado la actuación de Francisco Martínez Traba.
Por otro lado, la edil del BNG, Tereixa Fernández, ha reprochado al PP que "no se dan las circunstancias sociales, políticas o económicas" para avalar esta moción, aunque también ha reconocido que el actual gobierno, con dos personas en una corporación de 11, "sin apoyos, poco podría hacer".
Al concluir la votación y ser proclamado Luis Insua alcalde de Fisterra, la presidenta de la mesa de edad, la concejala nacionalista, afirmó que le entregaría el bastón de mando la edil popular Jenifer Suárez, ya que le había trasladado anteriormente "que le hacía ilusión".
Ante esto, ha tomado la palabra la alcaldesa saliente, que ha dejado claro que ella no tenía ningún inconveniente en entregarlo y ha defendido que debería ser quien deja la Alcaldía la persona que ceda el bastón.
Finalmente, la presidenta de la mesa argumentó que la concejala popular también era miembro de la mesa, por lo que delegó en ella para que entregara el bastón definitivamente a Insua.
Ya como nuevo alcalde, el popular ha celebrado que es "algo muy grande" y un "enorme orgullo" ser el regidor del municipio coruñés y se ha puesto a disposición de la ciudadanía para "todo lo que necesiten". También ha agradecido al gobierno saliente que, "con sus aciertos y errores", siempre hayan pensado "en lo mejor para Fisterra".
Antes de sacar una foto de familia con alcaldes, diputados y otros representantes institucionales del PPdeG que se han desplazado este martes a Fisterra, Insua, emocionado, ha agradecido a su familia su apoyo.
A preguntas de los medios, el regidor no ha desvelado si el edil tránsfuga entrará en el nuevo gobierno local que saldrá de esta moción. "Estamos todavía en debates sobre eso. Tenemos acuerdos y compromisos, próximamente en el pleno de la semana que viene ahí dejaremos todo reflejado y claro", ha zanjado.
Mientras, Áurea Domínguez, ya en el exterior del Mercado Cultural, preguntada sobre esta misma cuestión, ha asegurado que los populares "no saben nada" porque "el único objetivo era entrar".
"Ellos ya entran improvisando, solo con la zancada de la entrada, lo demás, no se sabe", ha apuntado para, acto seguido, decir que "no sospecha" qué puede estar detrás de este pacto, aunque ha afirmado: "Más allá de que pueda ser una prevaricación como una casa. Ya se verá, y a lo mejor no es nada; el odio mueve decisiones y a lo mejor lo da por nada, pero fue una entrega por parte de un concejal tránsfuga y el resto se aprovecharon".