
Aunque todos me consideran fuerte, resolutiva y segura, me convenzo de que no merezco que estén conmigo ni que me quieran en ese momento.
Y es entonces cuando actúo de una manera que prácticamente asegura que la otra persona se va a alejar, como si yo misma quisiera confirmar que tenía razón al pensar que no valgo lo suficiente.
Sé que es un mecanismo de defensa, una forma de protegerme del dolor.
Normalmente lo controlo replegándome hacia dentro… pero, tantas veces no lo consigo.
Miento cuando digo que "siempre estoy bien". Es una fachada que me pongo para no mostrar mi fragilidad, pero también una trampa que me aleja de los demás.
Y yo misma rompo la baraja —o te invito a que la rompas— para sufrir menos, pensando que así evito el rechazo, cuando ni siquiera sé si se habría roto (...)
Escucha este programa en cualquier momento y lugar a través de los podcasts de Libertad Digital y esRadio. Descarga nuestra aplicación para iOs o Android, visita nuestra página web en esradio.fm, o encuéntranos en Apple Podcast, Spotify, Podimo, Amazon Music, Youtube o iVoox. ¡No olvides suscribirte!
Este capítulo puede contener información comercial de anunciantes y/o marcas colaboradoras que contribuyen a la creación y difusión de nuestros contenidos. Gracias por colaborar con nuestras marcas colaboradoras.