El padre de una jugadora que participaba en el partido de categoría cadete femenina disputado este fin de semana en Vilalonga entre el Sanxenxo Balonmán y el Club Rasoeiro Balonmán agredió al abuelo del árbitro del encuentro, que resultó herido de gravedad.
Según fuentes consultadas por Europa Press, los hechos sucedieron cuando el árbitro, de unos 15 años, pitó un penalti y uno de los padres del equipo contrario comenzó a insultarlo.
Así, el abuelo del colegiado, que se encontraba en esos momentos en el pabellón, se dirigió a este hombre y, tras un rifirrafe, el agresor lo empujó, perdió el equilibrio y se golpeó en la cabeza.
Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que ya se ha presentado una denuncia por estos hechos en Sanxenxo. Además, han señalado que el agresor ya era conocido en el ámbito federativo por comportamientos de esta índole.
Tras estos hechos, la Federación Galega de Balonmano ha emitido un comunicado para, "en representación de todo el balonmano gallego", condenar "enérgicamente los lamentables actos de violencia" ocurridos durante este partido.
"Manifestamos nuestra absoluta repulsa por la agresión sufrida por un familiar del colegiado, quien con el único propósito de defender el respeto hacia el árbitro y el juego, resultó gravemente herido. Este tipo de comportamientos no tienen cabida ni en nuestras pistas ni en nuestra sociedad", han manifestado.
Así, desde la Federación han reiterado su compromiso con los valores de respeto, deportividad y convivencia que, recuerdan, "deben regir en todas las categorías, especialmente en el balonmano base, donde los chicos y las chicas deportistas deben ser la única prioridad".
Asimismo, ha trasladado su "apoyo y solidaridad" a la familia y allegados del colegiado en estos momentos y ha indicado que seguirán en contacto con él para ofrecerle toda la ayuda que sea necesaria.
Además, ha agradecido la "implicación y rápida reacción" del Sanxenxo Balonmán y el Rasoeiro y ha instado a todos los clubs, entrenadores, jugadores y aficionados a trabajar juntos para "erradicar cualquier tipo de violencia de las gradas y de las pistas de balonmano".
Por último, ha asegurado que adoptarán las medidas oportunas para esclarecer lo sucedido y tomar las acciones necesarias para que situaciones como esta no se repitan. Para este lunes, a las 20.00 horas, ha convocado una reunión con todos los cubs para adoptar "desde ya mismo" medidas que ayuden a concienciar a las personas que acuden a los pabellones.
"El balonmano es un deporte que une, educa y forma, y no permitiremos que episodios de violencia lo ensombrezcan. Por un balonmano libre de violencia", concluye el comunicado.
Por su parte, el Club Rasoeiro Balonmán y el Sanxenxo Balonmán han trasladado, en un comunicado conjunto, su "más profundo rechazo y condena a cualquier acto de violencia que contravenga los valores de respeto, convivencia y deportividad".
En esta línea, han lamentado los hechos ocurridos en este partido donde "un espectador agredió de forma injustificada a otro". Así, han apuntado que este "lamentable incidente" ha dejado claro que "no estamos ante una situación con dos partes implicadas", sino "un acto de agresión en el que hay un agresor y una víctima".
"Queremos recalcar que este tipo de comportamientos no tienen cabida en nuestros clubs ni en el deporte, y tomaremos todas las medidas necesarias para que situaciones como esta no vuelvan a ocurrir. Nuestro compromiso es garantizar un entorno seguro y respetuoso para todas las personas asistentes a nuestras actividades deportivas", han subrayado.