En concreto, se trata de la operación 'Centinela gallego' que Defensa desarrolla desde el año 2007 y que consiste en establecer un operativo de patrullas y medios aéreos para realizar labores de vigilancia, disuasión y prevención de los fuegos en 33 municipios de las provincias de Pontevedra, A Coruña y Ourense, repartidos en un total de siete distritos forestales.
Esta operación se prolongará hasta el 30 de septiembre con posibilidad de prórroga en función de las circunstancias. Como novedad este año, destaca la incorporación del avión no tripulado con el sistema PASI (Plataforma Autónoma Sensorizada de Inteligencia), unas aeronaves de 400 kilos de peso que tienen una envergadura de 8,5 metros por 5,85 metros de longitud y una autonomía máxima de 15 horas, aunque las misiones serán de 10 horas.
Lo importante de este vehículo aéreo es la cámara, que funciona tanto de día como de noche, siendo capaz de identificar la cara de una persona a 1.500 metros de altura. Además, detecta posibles puntos de calor proporcionando las coordenadas a los servicios de extinción.
Las patrullas continuarán utilizando los pequeños drones Raven, con una autonomía de 90 minutos y un alcance de 10 kilómetros. Se encuentran, asimismo, dos helicópteros en previsión de ser empleados en el momento que la Xunta solicite a Defensa un "aumento del nivel de esfuerzo" -un helicóptero en el nivel alto y dos al nivel muy alto-. Dentro de este cambio se aumentaría el número de patrullas hasta un máximo de 50 en el nivel alto y 75 en el muy alto.