María Eugenia Limón fue recibida por el presidente ejecutivo de Sogama, Javier Domínguez Lino, y por la directora general de Calidad Ambiental, Sostenibilidad y Cambio Climático, Sagrario Pérez Castellanos.
La visita comenzó con una reunión, en la que Domínguez Lino explicó las distintas facetas de actividad de la empresa, toda vez que "van más allá del área industrial, llevando a cabo una importante labor en el ámbito educativo y sociolaboral".
En este sentido, recordó los numerosos programas pedagógicos y campañas de concienciación promovidos por Sogama, de la mano de la Xunta de Galicia, para reforzar la formación de la ciudadanía en la gestión sostenible de los residuos urbanos, así como la contribución de la empresa a la creación de riqueza y empleo, con 1.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
El presidente de Sogama también hizo especial hincapié en el proceso de transformación logística y de gestión de los últimos años, posibilitado por la ampliación del Complejo cercedense al incrementar su capacidad de tratamiento en un 81%, pasando desde las 550.000 toneladas anuales a 1 millón. Asimismo, incidió en la firme apuesta de Sogama por la industria 4.0, permitiéndole recuperar, de la basura en masa, los materiales susceptibles de ser reciclados.
Se detuvo también en mostrar los datos que acreditan las bajas emisiones de la planta termoeléctrica, gracias a la incorporación de tecnologías de última generación que garantizan una operativa absolutamente respetuosa con el medio ambiente y la salud.
También incidió en la plena compatibilidad y complementariedad de Sogama con otros sistemas de tratamiento de residuos, poniendo como ejemplo el programa de compostaje doméstico que lidera esta entidad en Galicia y en el marco del cual distribuyó, de forma gratuita, más de 17.000 compostadores entre 400 entidades, encargándose igualmente de la formación de los ciudadanos y la dotación de recursos didácticos y divulgativos.
Por otra parte, Domínguez Lino avanzó la configuración de la red de infraestructuras con la que se posibilitará que más de 2,2 millones de gallegos tengan acceso a la valorización de la materia orgánica recogida selectivamente a través del quinto contenedor, de color marrón.
A La planta de biorresiduos que opera en Cerceda, se sumarán la de Vilanova de Arousa (Pontevedra), Cervo (Lugo) y Verín (Orense), cuatro instalaciones que estarán apoyadas por 13 plantas de transferencia en las que se habilitará una tolva específica para el trasvase de la basura orgánica.
De esta forma, se ayudará a los ayuntamientos a que den cumplimiento a la obligatoriedad legal de implantar la recogida separada de la fracción orgánica contenida en los residuos urbanos antes de 31 de diciembre de 2023.
"Nuestra prioridad, como instrumento al servicio de la Xunta, es dotar a Galicia de las instalaciones necesarias para que la Comunidad responda, de forma efectiva y eficiente, a los objetivos europeos en el ámbito del reciclaje y avance hacia un desarrollo circular", concluyó el máximo responsable de Sogama.