La Fundación Meniños cumple este 8 de marzo 25 años de trabajo a favor de los derechos de la infancia. En este tiempo ha trabajado para mejorar la vida de 9.238 niños y adolescentes y 6.952 familias a través de sus programas de intervención. Durante su trayectoria desarrolló programas educativos y de sensibilización en más de 1.000 colegios, en los que participaron cerca de 130.000 niños y niñas, y casi 8.000 educadores y educadoras.
En la misma fecha en la que se celebra el Día de las Mujeres, se cumple cuarto de siglo de labor compartida promoviendo cambios en las familias en dificultad social que aseguren a sus niños y niñas un ambiente familiar de seguridad y afecto. Son miles los niños y niñas que sufren las consecuencias de la desprotección y la falta de cuidados por múltiples situaciones familiares (pobreza, exclusión, enfermedad, violencia, carencia de hábitos adecuados, etc.) que desestabilizan, debilitan la salud emocional y mental de padres y madres y lesionan su capacidad para cuidar a sus hijos, y que desde Meniños tratamos de recuperar.
La inversión social en infancia es la que presenta mayores efectos positivos para el conjunto de la sociedad. En este sentido el trabajo de Meniños es en una herramienta estratégica para romper el círculo vicioso de la pobreza y las desigualdades, a través de programas especializados de intervención familiar en Galicia y Asturias, que desarrollamos en colaboración con las Administraciones públicas, otras entidades y organizaciones.
En estos 25 años, hemos atendido a más de 9.000 niños, niñas y adolescentes, y la casi 7.000 familias; y, al tiempo, desarrollamos programas educativos en 1.024 colegios, con 126.681 niños y niñas, y 7.986 docentes.
En la actualidad seguimos creciendo e incorporando nuevas líneas de trabajo adaptadas a las necesidades de las familias, abriéndoles nuevas oportunidades para que puedan transformar positivamente sus vidas.
Miramos cara un futuro incierto por la actual situación sanitaria, pero tenemos el convencimiento de que nuestra labor de prevención, consolidación de vínculos y mejora de las capacidades de cuidado y afecto familiar contribuirá a reducir el impacto negativo de la pandemia en nuestra sociedad.