El debate 12J emitido por los canales de la CRTVG terminó pasadas la una de la madrugada con más de 120.000 seguidores. Los representantes de las fuerzas de izquierda evidenciaron su disposición a unirse en un gobierno progresista si los gallegos les dan su aval en las urnas el próximo 12 de julio; mientras que el presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, insistió en una de sus máximas de campaña: será él o un "multipartito".
"Yo propongo un Gobierno unido. Todos quieren ser presidentes y resulta que Galicia necesita un Gobierno unido, un presidente no secuestrado. Lo que quiere Galicia es experiencia, no experimentos. Lo que necesitamos es unirnos para que no se fracture la sociedad y ese es mi objetivo y lo volveré a intentar: si me dan la fuerza suficiente para gobernar, gobernaré para todos. Estaré a disposición de Galicia los próximos cuatro años", ha sentenciado Feijóo.
El presidente gallego ha buscado distanciarse de Ciudadanos, cuya candidata, Beatriz Pino, le ha tendido la mano, al tiempo que ha lanzado críticas muy duras al PSdeG, al que ha instado a "leerse el programa" de sus futuros "socios".
Feijóo le ha dado las gracias, pero ha advertido que los sufragios a Ciudadanos son "votos perdidos" que solo contribuirían a un "multipartito" de "diez partidos", cuyas siglas había enumerado previamente.
El candidato socialista, Gonzalo Caballero, y el representante de Galicia en Común-Anova Mareas, Antón Gómez-Reino, han insistido en que si hay movilización puede haber un Gobierno "progresista" tras el 12-J.
Pontón, en todo caso, ha ido un paso más allá y ha reivindicado al BNG como fuerza clave para al frente para combatir el "modelo que representa el PP y las fuerzas subordinadas a Madrid".
Por su parte, Pancho Casal (Marea Galeguista) ha dado por hecho que apoyará cualquier proyecto progresista, al tiempo que ha avanzado que a su formación no le interesa estar en ningún gobierno y que lo relevante es que en el Parlamento haya representantes de un partido "sin ataduras" desde Madrid.
Ricardo Morado (Vox) ha tratado de llevar a su terreno el debate y ha instado a todos los participantes en el debate a explicitar su rechazo a los "actos violentos" de los que, ha afirmado, han sido objeto durante la campaña.