Los principales partidos gallegos calientan motores de cara a una campaña electoral que se desarrollará en un escenario inédito, y en el que la difusión mediática tendrá un especial papel.
En estos momentos la incógnita mayor es qué sucederá con la sugerencia realizada por el PPdeG, la propuesta de hacer una campaña de tan sólo una semana, así como otras cuestiones, como por ejemplo, el papel que van a jugar apoderados e interventores en la propia jornada electoral.
Los socialistas gallegos, que rechazan la opción de reducir los 15 días por considerar que Feijóo intenta de este modo evitar el debate sobre su gestión, avanzan una campaña "propositiva" en la que irán incrementando actos conforme se camine en la desescalada.
El candidato de la coalición Galicia en Común - Anova Mareas, Antón Gómez Reino, también rechaza reducir la campaña que subraya que "no es un capricho" de los partidos sino que "está legislada para que el conjunto de los gallegos puedan conocer la propuesta política" de cada candidatura y "tomar una posición".
Por este motivo, pide a Feijóo y al PP "que explique de una vez por todas cuál es su propuesta" para celebrar un proceso preelectoral que "cumpla con todos los derechos democráticos de los gallegos y con las garantías sanitarias". A partir de ahí, Galicia en Común tomará las decisiones sobre el tiempo y el modo en el que desarrollará este periodo.
El Bloque por su parte, sí aceptaría reducir la duración pero lo condiciona a que exista un acuerdo entre las fuerzas para la celebración de un debate a doble vuelta entre los candidatos de los principales partidos en liza retransmitido por la CRTVG, que asimismo tendría que realizar un plan de cobertura acorde a la importancia del proceso y aumentar el tiempo dedicado a la información electoral.
En Marea, que concurrirá en coalición con CxG y el Partido Galeguista, plantea actos "con muy poca gente" y "centrados en colectivos" concretos. Para ello, tal y como ha explicado el portavoz de la formación, Pancho Casal, apostarán por medios telemáticos, por la interacción a través de redes sociales e, incluso, por "pequeños actos" con personas en los que se cumplan "las medidas de seguridad" para evitar contagios.
Además, ha asegurado que el uso del papel será "absolutamente mínimo" y que los medios publicitarios que emplearán serán "a lo mejor un cartel en cada municipio" para dar a conocer la candidatura. "El planteamiento va a ser totalmente diferente a lo convencional", ha resumido.
Tras ratificarse de nuevo el rechazo del PPdeG a ir en coalición con Ciudadanos, la formación naranja, cuya candidata será Beatriz Pino, ha empezado a articular actos con la militancia y augura una campaña "más mediática" y telemática que tradicional, pero su diseño aún está en marcha. Contemplan, eso sí, la posibilidad de realizar algún cambio en las listas que presentaron para el 5A por "cuestiones personales".
En cuanto a Vox, lo único que se ha ratificado por el momento es su intención de presentarse, pero no ha concretado si validará las candidaturas que presentó para abril.
A la espera de que los partidos vayan cumplimentando trámites y perfilen el diseño de sus campañas, hay politólogos que tienen posturas diferentes en relación a cuál será la mejor estrategia para los candidatos, aunque coinciden en que la agenda que focalizará el periodo preelectoral será la covid-19 y se complicará colocar cualquier mensaje que en los distintos planos no esté vinculado a la pandemia o la reactivación.