La crisis sanitaria del coronavirus y las consecuencias derivadas de las restricciones para la ciudadanía adoptadas por los distintos países para combatir el virus han situado en el foco global la preocupación de los ciberataques. Una preocupación a la que ni España ni tampoco Galicia son ajenas, sobre todo en los planos de la administración pública y del Servizo Galego de Saúde (Sergas).
La Xunta, sobre todo con la apuesta por el teletrabajo y la dotación de accesos remotos para los empleados públicos, ha reforzado, su ciberseguridad. Vigila "en detalle" estos accesos remotos, ha enviado correos de concienciación a todos los funcionarios y está "en coordinación permanente" con el Centro Criptológico Nacional.
En el Sergas, en cuyos centros podría tener mayor impacto un eventual ciberataque, ven "alto" su nivel de protección. Eso sí, siendo conscientes de que "la seguridad al cien por cien no existe" en este ámbito.