La infracción más frecuente corresponde a las condiciones higiénicas de los locales, que supuso un 40% del total.
La Consellería apunta que un 26% de las infracciones están ligadas al "cumplimiento de programas de autocontrol"; seguidos de "incumplimientos de condiciones estructurales" en un 18%; un 7% a la "información proporcionada al consumidor"; más de un 6% al "correcto censado en el Rexistro Galego Sanitario de Empresas e Establecementos Alimentarios (REGASA) y en un 3,5% de los establecimientos se detectaron infracciones ligadas a la utilización de envases rellenados "prohibidos por la normativa".
Sanidade también ha pretendido "verificar" el cumplimiento de la ley vigente y "comprobar y actualizar" los datos del REGASA.
La campaña estuvo destinada a "reforzar las inspecciones de todos los establecimientos de restauración social, restauración comercial con o sin comedor independiente" y también en aquellos que no estaban registrados y que fueron localizados en los controles.