El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se ha mostrado convencido de que "los independentistas no van a romper España", pero ha advertido que "sí están consiguiendo romper la convivencia en Cataluña", lo que considera "muy grave, muy lamentable y muy triste". Por ello, ha defendido que el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, debe actuar y ha rechazado "la tibieza".
En declaraciones a los medios, tras participar en un acto en Santiago, Feijóo ha proclamado que, tras lo ocurrido en la pasada jornada, "se acredita que, cada vez más, los catalanes no se merecen a los políticos que tienen", ya que "no les interesan problemas y oportunidades cotidianos que tiene el conjunto de Cataluña".
A su modo de ver, "hay una clara diferencia entre el pueblo catalán y sus políticos". "Este es el peor momento de la política catalana desde la Constitución del año 78", ha sentenciado, antes de ejemplificar: "Ayer vimos que un presidente, en vez de llamar a la calma, al sosiego y a las libertades, incita a la revuelta, a la tensión, a los insultos y a las amenazas".
Una actitud, ha continuado el presidente gallego, que es "impropio" de "un presidente" de una autonomía y también "del representante del Estado en la comunidad". Así las cosas, se ha reafirmado en que, si bien "los independentistas no van a romper España, sí están consiguiendo romper la convivencia en Cataluña", lo que resulta "muy lamentable y muy triste".
En este contexto, ha afirmado que le parece "muy sorprendente" que "algunos partidos gallegos consideren que es lo que hay que hacer, que ese es el modelo". "El modelo no es el independentismo catalán", ha proclamado, antes de advertir que el PSOE "debe tomar nota" y "no gobernar con ningún partido caliente o que participe de los planteamientos independentistas".
"TIBIEZA"
Preguntado acerca de la respuesta de Sánchez y si considera que debería aplicar el 155, ha respondido que "la tibieza no es un buen planteamiento para casi nada".
"Pero cuando hay algo tan elemental como es rodear un Parlamento o amenazar a los diputados y que eso sea simplemente un incidente... Pues no, rodear un Parlamento no es un incidente, es una postura antidemocrática, sectaria y fundamentalista", ha afeado.
"Y los sectarismos y el fundamentalismo no caben en la democracia española. El presidente de todos los españoles debe actuar defendiendo los derechos de todos los españoles. No puede mirar para otro lado", ha advertido.