La mortalidad por suicidio en Galicia se situó el pasado año en 324 personas, con una tasa de 11'9 personas por cada 100.000 habitantes, lo que supone una media de "casi una muerte diaria" por esta causa, según denuncia el Movimiento gallego de Salud Mental, que reclama mayor dotación económica para los planes de prevención.
Con motivo de la celebración este 10 de septiembre del Día Mundial de Prevención del Suicidio, la asociación ha convocado un acto público a las 20,00 horas en la plaza de Praterías, en Santiago de Compostela, en paralelo a las acciones que se desarrollarán a nivel mundial, en una jornada de "sentimiento" por las "muertes evitables", de "denuncia de la pasividad de los gobernantes" y de "reivindicación de medios, acción y compromisos".
La entidad hace referencia a la situación, en concreto, de Galicia y recuerda las manifestaciones de la Consellería de Sanidade cuando el pasado año se dio a conocer el Plan de Prevención del suicidio para Galicia, en las que se reconocía que la muerte por esta causa es "un problema de salud pública de primer orden" y debe ser "una prioridad multisectorial".
Sin embargo, pese a esto, se denuncia que, un año después, el Plan "continúa sin compromisos de ejecución, sin responsables de su materialización, sin dotaciones económicas ni profesionales, sin plazos, sin concreciones de actuación" y convertido en "un plan de papel".
"Fue un año sin acciones significativas de prevención como para que merezcan tal nombre, continuándose tan solo con las escasas actuaciones que ya se venían desarrollando en la actividad ordinaria del Sergas", denuncia la entidad.
Durante este período, según se recoge en el comunicado del Movimiento gallego de Salud Mental, se han registrado, incluso, dos fallecimientos de dos personas por estas causas en espacios sanitarios, en una constatación de que "ni en estos lugares se implantaron programas y protocolos de prevención".
Por ello, la organización acusa a los responsables de salud de Galicia de una "desidia desesperante" y tacha de "indignante" y de "utilización política y propagandística" el uso del plan de protección de salud, reclamando a la Xunta el "cumplimiento de sus obligaciones con la prevención".
De forma paralela, también pone el foco en el "compromiso" que la ciudadanía debe asumir sobre este tema, para hacer frente al estigma, dar visibilidad a una muerte con efectos tan graves y apoyar a quienes se encuentran en la condición "más vulnerable".