Toda Galicia salió a la calle para disfrutar de la noche más mágica del año. El fuego y las sardinas llegaron hasta los lugares más recónditos -aunque no estén escondidos y reservados para el culto-. Ciudades, playas y hasta las aldeas más remotas han encendido sus hogueras para espantar los malos augurios y festejar la llegada del verano. Galicia, conocida por ‘tierra meiga’ -siempre en el lado positivo- no ha fallado a esta tradición. La tradición y la gastronomía se fundieron en una noche de fuego, agua y, sobre todo, diversión.
Desde los arenales de Riazor hasta las playas de Vigo, pasando por ‘cacharelas’ compostelanas, hasta las hogueras de Lugo, Ourense y Pontevedra, no ha quedado ni un solo pueblo que no haya encendido el fuego para celebra una nueva ‘noite meiga’.
Con mucha fiesta y sin incidentes, un año más, el pueblo gallego se ha rendido ante San Juan. En la noche más corta del año -este año, la de viernes a sábado- pero también la más llena de tradiciones y supersticiones para gustos y objetivos de cada uno. Eso sí, saltar la hoguera y lavarse la cara con el agua de las hibernas de San Juan no han faltado. Nunca han faltado.
Los ritos de San Juan son tan antiguos como la humanidad. En la prehistoria comenzaron a venerar al Sol por temor a que perdiese su fuerza y terminase por desaparecer, los druidas celtas festejaban el Alban Heruin para lograr unas tierras fértiles y los aztecas construyeron grandes templos para favorecer las cosechas.
Y a pesar del paso de los años y de los siglos, las tradiciones y los ritos de la noche de San Juan continúan vivos hoy día en sus diferentes versiones, pero la mayoría con un objetivo común: dejar atrás lo malo quemándolo en el fuego y dar la bienvenida a lo nuevo y entendiendo e agua como un elemento purificador. Estos son los nueve rituales más comunes de la noche de San Juan: Saltar la hoguera. El agua como símbolo de salud y fertilidad. Las hierbas de San Juan. Cuidado con los espejos. Espantar las meigas. Atraer dinero. Encontrar el amor. Parejas eternas y Un deseo hecho realidad.