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Las cuentas no salen

El ‘pressing catch’ es vistoso, pero es trampa. Los “luchadores” de O Hórreo hacen más trampas, cobran más y toda la fuerza se les va por la boca

Hace años, el rocoso Frontón de Riazor era el único foso galaico para ver en acción a los "guerreros" del mítico ‘pressing catch’. Un espectáculo lleno de estéticas acrobacias y fuertes golpes que ponía los pelos de punta al que ignoraba que todo aquello era trampa. Sí, un truco muy bien montado, salvo la habilidad de los "luchadores". Una de las modalidades de esta lucha americana era la pelea a cuatro. Desaparecido el Frontón y poco utilizado el nuevo pabellón de deportes, estas peleas-trampa a cuatro se pueden ver ahora en una especie de circo romano más selecto: O Hórreo. A diferencia de los clásicos gladiadores del Frontón coruñés, en esta Cámara gallega los falsos luchadores ignoran la habilidad de las acrobacias, hacen más trampas, cobran más y toda la fuerza se les va por la boca. Y entre esas muchas trampas está una: la mentira sobre el modo de atajar o, al menos, intentar poner un poco de orden en la crisis demográfica.

Pero así nos va. Somos la comunidad más carroza de España; y de seguir la huelga del transporte público ya nos vemos agarrados a ese artilugio llamado "taca-taca" como fiel compañero. No es que lo diga uno. Lo dicen los datos hechos públicos por el INE, que reflejan la pérdida de 12.683 muertes más que nacimientos, y la esperanza de vida en la Comunidad gallega se sitúa en 82,7 años, ligeramente inferior de la media nacional.

Además de otras causas coyunturales, los datos del INE señalan también otros motivos más estructurales relacionados con la pirámide de población. Por ejemplo, la mujeres nacidas en el ‘baby boom’ de finales de los 70 del siglo pasado han sobrepasado ya la edad de ser madres o están a punto de hacerlo -esto último sería un milagro, que también los hay; el baño de San Juan los hace-.

Galicia ha estado en los años recientes en la cola del conjunto de las comunidades en natalidad y esa ha sido otra de las razones de imperiosa necesidad de que llegaran inmigrantes en los años de expansión económica. Pero como lo del famoso cheque bebé fue un gran fracaso, porque no se puede engendrar si no hay futuro y mucho menos empleo, ahora ya se ha encontrado una nueva fórmula: nueve millones en ayudas para la contratación de menores de 30 años.

Para practicar el ‘pressing catch’ o lucha libre americana hay que conocer sus trucos, y nuestros políticos, además de ignorarlos, tampoco son muy avezados con los números. Porque las cuentas no salen. Y ellos lo saben.

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