Nueva manifestación contra el desalojo de la casona ‘okupada’ en Santiago

Después de los disturbios de este martes a raíz de una concentración no autorizada que acabó de forma muy violenta, en contra del desalojo de una casona en el casco antiguo compostelano, Santiago volvió a vivir en la noche de este miércoles otra manifestación ‘pro-okupa’, en esta ocasión en la plaza de Galicia. La convocatoria estaba en las redes sociales y, efectivamente, a la hora marcada, las nueve de la noche, los manifestantes aparecieron por cientos.

Según diferentes fuentes, sobre unas 400 personas fueron las que se congregaron para manifestarse en apoyo de los ocupas. Durante la concentración-marcha, los manifestantes mostraron su apoyo a los ‘okupas’ y su rechazo a lo que, según ellos, es algo "antidemocrático" tanto el desalojo como la utilización de fuerzas de la Policía.

La marcha, de nuevo no autorizada, transcurrió por la Virxa da Cerca hacia San Pedro, con una pancarta en la cabecera con la leyenda ‘O sistema, a Policía e La Rosaleda Nom vam poder com nos’ (El sistema, la Policía y La Rosaleda No van a poder con nostros) y con gritos de apoyo al grupo Escarnio y Maldizer, que ocupaba el edificio hasta ayer, miércoles: ‘Un desaloxo, outra ocupación’ (Un desalojo, otra ocupación).

Unas 400 personas participan en Santiago, según estimaciones de Europa Press, en esta nueva manifestación que recorre las calles de la capital gallega un día después del polémico desalojo de un local ‘okupado’ como centro social y de una concentración posterior marcada por los disturbios y que se saldó con varias cargas policiales y agentes heridos.

En medio de vigilancia policial, la manifestación ha partido de la plaza de Galicia y ha avanzado hacia los barrios compostelanos de San Pedro y Concheiros. Cierran la manifestación ocho furgones policiales.

En el recorrido, los manifestantes han entonado varios cánticos y proclamas como ‘A loita é o único camiño’ (La lucha es el único camino) o ‘Eu tamén son de Escarnio e Maldizer’ (Yo también soy de Escarnio y Maldizer), además de reivindicar el papel de los centros sociales.