El eurodiputado y exministro José Blanco se ha mostrado dispuesto a dar explicaciones sobre el descarrilamiento del Alvia en Santiago de Compostela en 2013, en el que murieron 80 pasajeros, en caso de constituirse una comisión en el Congreso de los Diputados.
"Respeto la decisión del PSdeG", comentó Blanco en una entrevista en la Radio Galega, y señaló que el secretario general de esa formación, Xoaquín Fernández Leiceaga, le anunció la intención de "apoyar la iniciativa" de constituir una comisión de investigación.
El Alvia procedente de Madrid con destino a Ferrol descarriló el 24 de julio de 2013 a la entrada de Santiago de Compostela en una curva en la que circulaba a 190 kilómetros por hora por pese a que estaba limitada la velocidad a 80 kilómetros por hora, y resultaron heridos centenar y medio de pasajeros, además de morir otros ochenta.
Las autoridades judiciales han inculpado al maquinista José Garzón Amo, que frenó sólo unos segundos antes del descarrilamiento, y al exdirector de seguridad en la circulación de la empresa pública Adif Andrés Cortabitarte, aunque algunos informes cuestionan la falta de suficientes medidas de prevención en la línea.
En diciembre de 2011, cuando ejercía de ministro de Fomento en funciones, Blanco, junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, inauguraron en diciembre de 2011 la línea de alta velocidad entre A Coruña, Santiago de Compostela y Ourense.
El juzgado que investiga las causas determinó en febrero de 2014 que Adif, encargada de gestionar las infraestructuras ferroviarias, puso en riesgo la vida de los usuarios de la línea por "fines lucrativos" al "eliminar el sistema ERTMS" que conlleva un método automático de frenado al superar el límite de velocidad, y puso en su lugar el ASFA, menos efectivo.
El exministro de Fomento aseguró que siempre ha estado dispuesto a comparecer porque su única responsabilidad fue "tratar de garantizar inversiones para que las infraestructuras de Galicia se pudiesen desarrollar".
No obstante, la iniciativa apoyada por el PSdeG tiene pocas posibilidades de ser aprobada ya que el PPdeG, que tiene mayoría en el Parlamento de Galicia, podría votar en contra.