Los grupos parlamentarios de En Marea y el BNG defienden la política "directa" en vez de la representativa. Y los portavoces de ambas formaciones han registrado una solicitud de comparecencia en el Parlamento para llevar a la Cámara al comité de empresa de Ferroatlántica. Los trabajadores de Cee y Dumbría, las plantas ligadas a las centrales hidroeléctricas que pretende vender Villar Mir, se han opuesto a la segregación que ha solicitado a la Xunta la compañía.
En Marea ha defendido la comparecencia del comité de empresa para reforzar el "carácter democrático" de la institución y dar voz a los trabajadores para que relaten cuál es su situación en la factoría y su postura respecto a la venta de las hidroeléctricas.
"La Cámara gallega es la cámara de representación de toda la ciudadanía y ante la gravedad de los hechos que rodea la venta segregada de las centrales de Ferroatlántica consideramos una necesidad de primer orden escuchar a los trabajadores, que son quienes deben tener la última palabra sobre la importancia que tiene preservar los puestos de trabajo y la viabilidad de un sector industrial en la comarca que vive de manera principal de esta empresa", señaló Luis Villares, portavoz de En Marea.
En similares términos se ha pronunciado la portavoz de la organización frentista. Aunque el "argumento" de la portavoz nacional del Bloque va más allá. De hecho, Ana Pontón, que anunció una reunión para la tarde de este jueves en Cee con trabajadores de las factorías de A Costa da Morte, recordó que la operación consiste en una venta "especulativa" de un empresario imputado en la operación Lezo, Juan Miguel Villar Mir.
"Igual que los trabajadores y trabajadoras, igual que la mayoría de A Costa da Morte e igual que los alcaldes de la comarca, pensamos que el único salvavidas para los 300 empleos en las plantas de Cee y Dumbría son las centrales eléctricas y su vinculación con la actividad industrial", señaló la portavoz nacionalista.