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La juez levanta el secreto del crimen de Ana Enjamio porque ve pruebas suficientes

El juzgado lo prorrogó a la espera de que llegasen los análisis de los móviles de la víctima y el agresor y también aguardaba el análisis de ADN.

La juez de Violencia sobre la Mujer de Vigo Paz Filgueira levantó este martes el secreto de la investigación del asesinato de la joven ingeniera Ana Enjamio porque tiene pruebas suficientes para esclarecer el crimen. La víctima recibió más de una decena de puñaladas en el portal de su edificio de Vigo cuando regresaba de su primera cena navideña en su empresa el 17 de diciembre. Fue detenido como supuesto agresor un compañero de trabajo y supervisor que había mantenido una breve relación con la joven.

Es muy probable que la defensa del detenido, César Adrio, solicite en breve la puesta en libertad del acusado, que lleva 80 días en prisión provisional, ahora que ya puede estudiar el contenido de la investigación policial. Todo apunta a que el implicado alegará que no hay una prueba contundente contra él, sino solo indicios aislados. Una baza es que el arma homicida no apareció ni la policía halló ropas ensangrentadas. La Policía Nacional de Vigo dio por esclarecido hace un mes el caso, solo pendiente de que llegase información de las rutas de los móviles del sospechoso y de la víctima, cuyo teléfono desapareció.

Para los investigadores, la incriminación de Adrio se basa en una suma de pequeños detalles que marcan una línea bastante clara sobre su implicación. La policía recogió unas imágenes de cámaras de la avenida de Madrid y otras pruebas en el registro domiciliario. A ello se suman las declaraciones de los testigos, que aseguraron que el compañero de trabajo, separado y con dos hijos, ejercía una "persecución implacable" hacia la víctima, a la que acosaba a diario, como si viviese obsesionado con ella. La detención se precipitó cuando el principal sospechoso se autolesionó en la casa de sus padres 26 horas después del crimen.

El juzgado prorrogó dos veces el secreto del sumario a la espera de que llegasen los análisis de la ruta de los móviles de la víctima y el agresor para comprobar si siguieron el mismo trayecto. La jueza aguardaba además por el análisis de ADN de los restos biológicos recogidos.

Ana Enjamio, natural de Boqueixón y de 25 años, se había titulado como ingeniera en Vigo. En el 2015 comenzó sus prácticas como becaria en una empresa de cableado de O Porriño bajo la supervisión de Adrio y un año después fue contratada.

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