Abanca ha cerrado el ejercicio 2016 con 333,6 millones de beneficio, un resultado prácticamente plano respecto al ejercicio anterior, cuando ganó cuatro millones menos. Es el primer balance que presenta Juan Carlos Escotet tras pagar íntegramente al Frob los 1.003 millones de euros en los que se cerró la compra de la entidad heredera de Novagalicia. El comportamiento respecto al curso anterior es prácticamente plano, pese a que a lo largo del ejercicio descendieron las provisiones en 94 millones.
Muestra, sin embargo, algunos signos positivos. El más destacado es la baja tasa de morosidad que presenta Abanca, situada en el 6,8% tras una nueva reducción de casi dos puntos porcentuales. Se sitúa muy por debajo de la media del sistema financiero español. También es positiva la evolución de las principales líneas de negocio, con un crecimiento del 3,8% en el crédito y del 3,3% en depósitos, junto a una mejora del 6% en los ingresos por prestación de servicios. Los gastos de explotación se redujeron un 11%.
La cuota de mercado de Abanca en Galicia representa el 41% de los depósitos y el 30% del crédito.
Aunque la entidad destacó en un comunicado la mejora en la rentabilidad (Rote del 9,7%, por encima de la media del sector), lo cierto es que los márgenes siguen estrechándose. El básico cayó un 0,9%, el bruto se desplomó un 30,5% y el de intereses descendió un 3,2%.