Una vez llegue a Ourense, la siguiente parada del AVE en Galicia será Lugo. Es una idea "irrenunciable" para Alberto Núñez Feijóo, que ayer propuso a la alcaldesa Lara Méndez un pacto entre el PP y el PSOE para defender de manera conjunta esta iniciativa "justa y legítima" ante los responsables estatales de las infraestructuras ferroviarias. La regidora, que mantuvo una cordial entrevista de más de una hora y media con el presidente de la Xunta enmarcada en la ronda de contactos de inicio de legislatura con las principales ciudades, coincidió con este en que lograr la llegada del tren es clave para que Lugo no quede aislado, pero reclamó avances en la construcción de una estación intermodal que, según Feijoo, tendrán que estar avalada por las cifras de pasajeros.
Méndez también pidió que Lugo tenga después de cuatro décadas una residencia pública de mayores, reclamación que será atendida en esta legislatura autonómica, en la que también habrá mejoras educativas como la ampliación del Colexio das Mercedes y un nuevo centro para el Sagrado Corazón.
Otro de los asuntos tratados en el encuentro fue el urbanístico, con especial atención a la necesidad de "avanzar" en el Plan Xeral, un tema en el que Feijoo planteó en concreto el caso de Leite Río, pendiente de regularización, por la gran relevancia que tiene esta industria en el sector lácteo de la zona. También se abordó la revitalización del barrio de A Residencia, que pasa entre otras cuestiones por la instalación de una nueva Comisaría.
Lara Méndez tomó como referencia las palabras de Feijoo a nivel estatal y las llevó al ámbito local al proclamar que Lugo "no quiere más, pero tampoco menos" que cualquier otra ciudad gallega, y admitió que con esta "nueva etapa" se dan los primeros pasos para una colaboración efectiva.