Una borrasca profunda "de dimensiones inusuales" está avanzando por el Atlántico y se dirige hacia Europa con una presión atmosférica similar a los huracanes de categoría 4 (escala de 1 a 5) y se notará los próximos días en el noroeste de la Península, según informó el meteorólogo Mario Picazo.
Las previsiones de MeteoGalicia apuntan a que los mayores efectos se notarán en el mar, con olas de hasta cinco metros. Se indica, de todos modos, que en tierra los registros tanto de viento como de lluvia quedarán significativamente por debajo de los que se produjeron estos días pasadosdurante la problemática sucesión de borrascas.
Picazo precisó que la presión atmosférica de esta borrasca ha llegado a los 932 milibares, un valor habitual en huracanes de categoría 4 y con vientos de más de 150 kilómetros hora que provocan olas de 14 metros de altura y que elevará las temperaturas hasta en 30 grados centígrados por encima de lo normal en el Polo Norte. Picazo prevé que los efectos de esta situación se notarán en las costas del noroeste peninsular ya que la borrasca ha llegado ya a las costas de Islandia, Irlanda y Escocia.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha decretado por ahora alerta amarilla en la costa gallega para las jornadas del miércoles y el jueves. Según MeteoGalicia, en las primeras horas del miércoles esta alerta será naranja en el litoral por olas superiores a los cinco metros. En la jornada del jueves la alerta es amarilla por olas superiores a cuatro metros ante la llegada de una fuerte borrasca por el Atlántico, menos de una semana después del temporal que asoló la Comunidad gallega el pasado fin de semana.
Además, esta situación, por su intensidad y posición, están provocando que se bombee aire cálido desde latitudes inferiores a la región del Ártico, donde las temperaturas estos días están "muy por encima" de lo que es habitual, por lo que se está dificultando la formación de hielo en pleno invierno.
De este modo, el meteorólogo destaca que se trata de una "potentísima borrasca", de hecho, ha apuntado que es una de las más intensas registradas en el Atlántico norte después de las de diciembre de 1986, enero de 1993 y diciembre de 2015, que alcanzaron 900, 915 y 928 milibares respectivamente.