Galicia contará este año con una oferta pública de empleo en el sistema educativo que rondará las 1.000 plazas de funcionarios docentes en infantil, primaria y secundaria. La Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria prevé llegar, por lo menos, al 100% de la tasa de reposición de efectivos, y enmarca esta convocatoria en una senda de "estabilidad progresiva" de las plantillas de profesorado.
En una entrevista a Europa Press, el conselleiro del ramo, Román Rodríguez, ha defendido este trabajo "progresivo" de recuperación de las plantilla de docentes de Galicia, que en la actualidad alcanza los 30.269 profesores, aunque ha reivindicado que la comunidad ha sabido "sortear la inestabilidad" y cumplir con los catálogos, logrando "la tasa de interinidad más baja del Estado".
Esta línea de trabajo se incluye en unas cuentas en las que se va recuperando el peso presupuestario de la consellería (un 8% en dos años) y con las que se busca continuar mejorando "los buenos resultados" en "calidad y equidad" que plasman documentos como el informe PISA o la tasa de abandono temprano, situada en el 15,2% de media en 2016 y en el 13,9 en el último trimestre.
El departamento de Rodríguez dotará de "mayor fuerza" a los ejes estratégicos llevados a cabo (plurilingüismo, nuevas tecnologías, formación de profesorado) y expandirá su acción tanto para lograr "la reducción progresiva del fracaso escolar", como para favorecer la "empleabilidad" de los jóvenes en los diferentes sectores productivos.
Estrategias para la cultura y la lengua
Dos de los planes en los que trabaja el departamento de Román Rodríguez afectan tanto a la lengua gallega, con una propuesta para incentivar el número de hablantes entre los jóvenes, como a una ambiciosa estrategia para impulsar el sector cultural con el horizonte puesto "en 2021".
En el primer caso, se actuará en "un determinado segmento" de la sociedad donde se ha registrado "un uso reducido", trabajando para conseguir animar al uso "voluntario" del idioma y "siempre partiendo de la libertad de la persona" a través de acciones de promoción en los ámbitos en los que se desarrolla su actividad cotidiana, como las nuevas tecnologías, el ocio o las comunicaciones.
"Galicia no tiene un problema de conocimiento del gallego, casi el 100% de los ciudadanos lo conoce y domina a nivel oral y escrito", ha destacado, y defendiendo que la propia sociedad "ha pactado con su lengua" y que "no hay un problema social, más allá de cuestiones muy concretas".
"El gallego es de todos, nos da identidad, nos une, nos identifica y nos da valor añadido. Nos abre las puertas a millones de hablantes en la lusofonía", ha insistido, apostando por "implementar medidas positivas".
En el caso del sistema educativo, ha defendido que existe el equilibrio entre las lenguas y que el futuro del idioma "no dependerá de que se ponga una hora más en este idioma y una menos en otro". "Dependerá de que los gallegos quieran hablarlo, y que sean conscientes de que es una riqueza que nos da valor".
La Xunta emprenderá, a su vez, un "proceso participativo" para elaborar una estrategia que abarque todos los sectores del ámbito cultural (audiovisual, del libro, patrimonial, etc.) y que marque una "hoja de ruta" tanto en la cultura de base como en la industria cultural.
"Que posibilite potenciar, crear sinergias, cooperación y mejorar el sector", ha destacado, con el objetivo de convertirlo "en un pilar de desarrollo de la Galicia del presente y del futuro" y en un "eje vertebrador" que genere "cohesión social".
En esta nueva estrategia, además, se integrarán otras iniciativas como el Plan del Audiovisual o el Plan de la Lectura, para así acometer "una mejora integral" desde el consenso.
"Empatía" para el pacto
Uno de los principales retos a los que se enfrenta en este nuevo mandato será convencer y llegar a consensos con una comunidad educativa que, tras diversas protestas contra la Lomce durante el inicio de curso, ha programado dos nuevas huelgas para los meses de febrero y marzo que se producirán en paralelo al inicio de las negociaciones para avanzar hacia un pacto de Estado por la educación.
Rodríguez ha considerado que, a pesar de que las protestas son "legítimas", se debe trabajar "a todos los niveles" y "tener altura de miras" para solucionar una debilidad "histórica en la democracia", como ha sido la "incapacidad política para fijar unos ejes maestros en el ámbito educativo".
"Debemos ser muy responsables, muy serios y ser capaces de tener empatía", ha defendido, dado que "esto no puede ser un juego de líneas rojas" ni "un partido de fútbol donde solo gana uno". "O ganamos todos o no ganamos", ha sentenciado, apostando por "priorizar" los "consensos", y mostrándose "totalmente seguro" de que se puede lograr un acuerdo. "A partir de ahí, ir construyendo".
Parte de las quejas del alumnado gallego se centran en el área universitaria, aunque Rodríguez ha esgrimido que Galicia cuenta "con las tasas más bajas" y ha demostrado la capacidad de organizarse y alcanzar "consensos" en temas como las llamadas 'reválidas' o el 'decreto 3+2', que no generará "problemática" en el sistema.
Esta filosofía de "consenso" y trabajo "progresivo" será la predominante, además, en la futura reordenación del mapa de titulaciones, sobre la que ya se han producido "múltiples reuniones y contactos" y de la que se darán a conocer novedades "en unos meses".
Debate "fuera de sitio"
La figura del profesorado, tema central en las políticas de la Consellería de Educación, también ha sido objeto de debate en los últimos meses a través de la llamada 'huelga de deberes', tras la que algunas organizaciones docentes han visto cuestionado el trabajo y el papel del profesorado ante los alumnos.
Al respecto, Rodríguez cree que el planteamiento de la discusión está "fuera de sitio" y que se lanza "un mensaje peligroso" al pedir a los alumnos "que no cumplan con las tareas que le encomiendan", cuestionando "el trabajo y la profesionalidad" de una figura, el docente, que debe ser "un ejemplo".
Dicho esto, también hizo un llamamiento al 'sentidiño' y a no "sobrecargar de tareas repetitivas" y "sin valor didáctico" al alumnado que, "bien planteadas", refuerzan lo aprendido y "generan hábitos de responsabilidad".
Preguntado sobre si esta cuestión está ligada a problemas de convivencia en las aulas o al incremento de expedientes disciplinarios en algunas etapas, Rodríguez ha defendido "el buen clima" que existe en los centros, aunque ha insistido en la formación como un proceso "integral" del que las familias "no pueden ni deben desentenderse" y deben ir con el profesorado "como principal aliado".
En este sentido, cree que Galicia cuenta con una situación "mucho mejor" que otras comunidades autónomas y ha sido "pionera" con una estrategia de convivencia y en la educación en valores de respeto y tolerancia, con el impulso de protocolos contra el acoso, sobre identidad sexual o integración de alumnos con discapacidad.
También se ha referido al debate sobre el modelo de comedores escolares en Compostela, para defender "que no se debe hacer de esto un campo de lucha política", sino definir el modelo adecuado llegando a "puntos en común". Así, ha destacado el peso "importante" de la gestión directa (302 comedores) y que en otros casos son los ayuntamientos (42) o (como Vigo o Pontevedra) son las Anpas (134) las que gestionan el comedor.