La ola de gripa sigue saturando los servicios de urgencias de los centros hospitalarios de Galicia. Este lunes las urgencias del Álvaro Cuqueiro de Vigo atendieron a 419 adultos, cuando la media se sitúa en 342. Setenta y siete más. También en la misma jornada. Las urgencias del Hospital Clínico de Santiago se hicieron cargo de 509 pacientes, de los que 435 eran adultos. La media hasta el pasado mes de noviembre era de 425 diarios. Las esperas, según los trabajadores, alcanzaron hasta tres y cuatro horas. Los puntos de atención continuada de Ourense atienden desde que se desencadenó la epidemia de gripe el doble de urgencias. Los diez que tienen el de Ourense como hospital de referencia atendieron el 72% de las más de 12.000 emergencias que hubo. El hospital pontevedrés de Montecelo sigue con su plan de contingencia activo. Este martes por la mañana volvió a haber pacientes en camillas y sillas de ruedas en los pasillos, y desde el complejo hospitalario solicitaban que, en caso de gripe, los pacientes acudan primero a su centro de salud o al PAC. En el hospital de Barbanza, la carga de trabajo fue aumentando hasta que los signos de saturación llegaron con la tarde y los primeros problemas para asignar cama y habitación a los pacientes.
Saturación es la palabra para estos centros sanitarios. Ya no se pronuncia, o al menos se hace mucho menos, el temido colapso que definió la semana pasada, en la que las esperas para ser atendidos llegaron a prolongarse más de cinco horas. La situación mejora. En el hospital de Lugo hay picos de demanda a determinadas horas y las 30 camas de observación están permanentemente ocupadas. Se están dando altas a las doce de la noche, pero la presión asistencial dista mucho de lo que ocurrió la semana pasada. Presión también soportan los centros de salud del área de Deza, con un incremento de consultas y también de urgencias.
De picos puntuales de demanda hablan también en Cee, pero la situación ya ha regresado a la normalidad. La misma normalidad que viven en el centro de salud de Vilagarcía y la que se empieza a palpar en el hospital de O Salnés, en el que se ha reducido el número de urgencias -la semana pasada llegaron a registrarse incrementos de hasta el 40% en algunas jornadas- aunque el área de medicina interna está desbordada, según explican los trabajadores. Tanto que ha colonizado dos plantas del hospital.
En Ferrol, sin embargo, hubo un ligero respiro. Porque el promedio de urgencias del puente de Reyes fue de 164 al día, por debajo de la media. Respira el complejo hospitalario ferrolano, pero respira de momento. Porque, puntualiza Carolina López, del sindicato de enfermería Satse, esta tranquilidad "no quiere decir que esta situación no pueda variar en las próximas horas o días". De hecho, las esperas se hicieron largas en momentos puntuales de gran afluencia.
El Sergas, mientras tanto, tira de refuerzos. Ferrol tiene más personal en dos plantas y en urgencias. En O Salnés hay un médico a mayores en los turnos de noche. En el Álvaro Cunqueiro han instalado 28 camas más para absorber ingresos y el Maixoeiro ha reabierto otras 60.