El joven detenido este domingo después de saltarse un control de la Guardia Civil en Fene y casi arrollar a tres agentes en su huida, ha sido puesto esta mañana a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol, que ha ordenado la suspensión de su permiso de conducir como medida cautelar a la espera de juicio.
Al detenido M.A.C, nacido en 1989 y residente en Ferrol, se le acusa de varios delitos contra la seguridad vial, a saber, conducción temeraria, intento de atropello, resistencia y desobediencia, por no querer someterse a las pruebas de detección del alcohol y drogas.
A la fuga
Los hechos ocurrieron sobre las diez y cuarto de la mañana de este domingo en la AP-9, a la altura del peaje de Fene. Miembros de la agrupación de Tráfico había establecido un control de verificación, incluido dentro de su campaña navideña. Por ese punto circulaba un Volkswagen Golf, y dos ocupantes en su interior. Los agentes le dieron el alto. Sin embargo, el conductor hizo caso omiso a las indicaciones y se dio a la fuga. En su huida casi atropella a dos guardias, que tuvieron que tirarse al suelo para evitar ser arrollados.
Los ocupantes del vehículo emprendieron una huida y los agentes los persiguieron por la autopista en un tramo de unos ocho kilómetros, hasta la salida en dirección Ferrol. Según la Guardia Civil "el conductor hizo caso omiso en todo momento a las señales de advertencia de alto de la patrulla que lo perseguía" y "se metió por el casco urbano de Ferrol y empezó a dar bandazos con el turismo, invadiendo el carril contrario en varias ocasiones y poniendo el riesgo a los conductores que circulaban por el carril contrario".
Después de 25 minutos de carrera, un guardia interceptó al conductor en una calle, impidiendo que pudiera continuar. El ahora arrestado no solo no se detuvo, sino que casi lo arrolla de nuevo. Incluso el capitán jefe del Subsector se vio obligado a realizar un tiro al aire con su arma reglamentaria.
Al verse acorralado, el joven salió del vehículo y emprendió la huida a pie. Un agente lo persiguió por varias calles y tuvo que hacer uso de su arma reglamentaria para detenerlo. Se negó, asimismo, a pasar la prueba de detención de drogas y alcohol.