El presidente de la Xunta fue el encargado de intervenir como delegado regio en la ceremonia detraslación de los restos del Apóstol, que se celebró en la Catedral de Santiago. Alberto Núñez Feijóoreclamó una España igualitaria y constitucional en la que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades con independencia de donde viven. Esta igualdad debe luchar, apuntó, contra la violencia de género contra las mujeres, "y su discriminación social y laboral".
Feijoo recordó en su invocación a los refugiados que llegan a Europa, y a la necesaria cohesión europea, para la que debe existir la resolución suficiente.
"Galicia demuestra que lo diverso no tiene que tiene que ser conflictivo", apuntó, "y que la pertenencia a varias culturas es algo inriquecedor". Finalmente el presidente de la Xunta insistió en una España igualitaria y justa, "bajo una Corona que encarna una tradicón modernizada y sancionada por el pueblo"
Por su parte, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que respondió a la invocación al Apóstol, destacó la importancia de valorar el sacrificio, la solidaridad y la entrega a los demás en nuestra cultura. En una intervención en la que utilizó tanto el gallego como el castellano al igual que Feijoo, Barrio pidió no marginar a Dios de la realidad social, cultural, política y económica, recordando que los cristianos no pueden pasar de lejos "sobre situaciones injustas que generan marginación y abandono".
Finalmente pidió la intercesión del Apóstol por los cristianos perseguidos, así como para proteger a los padres de familia para que puedan cuidar y educar a sus hijos en tranquilidad de espíritu.
Al acto de traslación asistieron miembros del Gobierno gallego, la valedora do Pobo, Milagros Otero, el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, los rectores de las universidades de Santiago y Coruña, Juan Viaño y Julio Abalde, o los portavoces del PP y el PSdeG en el Concello de Santiago, Agustín Hernández y Paco Reyes, respectivamente, entre otras personalidades.