La empresa Ferroatlántica, inmersa en un proceso para vender sus centrales hidroeléctricas del río Xallas algo que rechazan los trabajadores, todos los alcaldes de la Costa da Morte y el Parlamento de manera unánime, insiste en que su plan inversor, con 125 millones de euros, de los que 75 vendrían para Galicia, "solo es posible" a través de la venta de esos activos.
Dentro de los beneficios que la empresa dice que tendría para Galicia este plan destaca la creación de una planta de carbón vegetal, para reducir su dependencia de las importaciones minerales, que consumiría el 8 % de la madera que se tala actualmente en la comunidad, unas 63.000 toneladas al año. Además, su puesta en funcionamiento traería aparejada la creación de 96 puestos de trabajo. Un empleo al que, siempre según la firma del Grupo Villar Mir, habría que sumar otros 240 puestos agregados en Sabón, gracias a los 42 millones de euros invertidos para la construcción de un nuevo horno de silicio solar.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, le dijo a los alcaldes de la Costa da Morte, que en caso de que la empresa formalice su intención de vender, algo que no ha hecho todavía, el gobierno autonómico se opondrá a la separación de las centrales y las fábricas. Los trabajadores, por su parte, aseguran que si se presenta el preacuerdo de venta irán a la huelga.
Inversiones en Cee y Dumbría
La venta de las centrales ha provocado un fuerte rechazo en Galicia, pues todos los partidos del Parlamento gallego y los trabajadores de Ferroatlántica se han posicionado en contra. El propio Núñez Feijóo consideró que la normativa no permitía la segregación de la actividad hidroeléctrica, paso imprescindible para el traspaso.
En este clima, Ferroatlántica ha asegurado con vehemencia que las fábricas de Cee y Dumbría, ligadas a las centrales, son rentables por sí mismas. De hecho, llegó a asegurar que eran "las más competitivas del grupo" y que invertiría 16 millones antes de 2018 para asegurar la separación de la producción y el consumo de energía eléctrica.
La planta de carbón vegetal
Villar Mir sube ahora la apuesta con una fábrica de carbón vegetal, dejando ya claro que todo el dinero que pone sobre la mesa está supeditado al traspaso de las centrales. La planta se levantará sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados, en la que se instalarán catorce hornos y dos equipos de secado. Con ello, Ferroglobe producirá, a partir de 63.000 toneladas de madera, 15.000 toneladas de carbón vegetal al año.
"El desarrollo industrial de carbón vegetal a gran escala es un desarrollo tecnológico de máxima prioridad para Ferroglobe en los próximos años", asegura la empresa, que destaca el impacto positivo en el sector forestal gallego, ya que la instalación "consumirá 63.000 toneladas de madera al año, el 8 % de la que se tala actualmente".
96 empleos vinculados
"La entrada de Ferroglobe como consumidor de madera tendrá un efecto muy positivo en el sector forestal gallego, porque su necesidad del 8 % del total talado en Galicia dinamizará el mercado, beneficiando tanto a los pequeños propietarios de bosques como a los 70.000 trabajadores vinculados a la actividad maderera", insiste la compañía.
Aunque la ubicación exacta no está decidida, la empresa quiere levantar la fábrica en Galicia por "la importancia de la industria forestal y la presencia del centro de I+D+i de Ferroglobe en Sabón". Asegura que los puestos de trabajo "vinculados" a la planta serán 96.