Tal y como estaba previsto en el guión, Alberto Núñez Feijóo ha sido reelegido por tercera vez como presidente de la Xunta de Galicia. Y lo ha sido, como en las dos anteriores ocasiones, con la mayoría absoluta de los diputados del PPdeG. El Parlamento gallego ha celebrado este jueves la segunda y última sesión del debate de investidura, en la que el líder del PPdeG ha replicado las intervenciones de los tres líderes de la oposición. Al finalizar, se ha realizado la votación, en la que los populares han hecho prevalecer la mayoría absoluta conseguida el pasado 25 de septiembre. Feijóo ha sido investido con el voto favorable de sus 41 diputados y 34 en contra.
Tras largas horas de intercambio de debate, Feijóo ha agradecido el "tono" a Luis Villares (En Marea), Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) y Ana Pontón (BNG), que destierra por el momento las maneras broncas que imperaron la pasada legislatura.
Los partidos no han escatimado en críticas a la gestión de Feijóo desde 2009, sin embargo el ya presidente gallego ha observado que existe posibilidad de entendimiento con el PSOE y el Bloque en asuntos prioritarios para Galicia como la financiación autonómica, la educación, la reactivación económica o la crisis demográfica. "Espero no equivocarme", les ha pedido a las formaciones de izquierda.
El presidente del Parlamento gallego comunicará ahora la decisión al Rey y Feijóo tomará posesión el próximo sábado en un acto en la plaza del Obradoiro, un escenario que recupera para este momento después de que en 2012 decidiera suprimirlo en los peores momentos de la recesión. El domingo, comunicará la nueva composición de su equipo, que prometerá el cargo un día después.
Una petición del presidente
Al margen de lo que fue el debate de esta segunda sesión en la Cámara gallega, el reelegido presidente del Gobierno autonómico quiso cerrar la jornada con una petición a la oposición, que supere el pasado y "forme parte de las soluciones".
De esta forma, Feijóo ha advertido, ante las críticas de sus rivales políticos que este debate no es "una segunda vuelta electoral" sino "el primer turno de los próximos cuatro años", antes de instar a los grupos que componen la oposición a que "salgan de la situación de 2009" para formar "parte de las soluciones"
"Si quieren echar una mano estoy a su disposición", ha insistido, en un último turno en el que ha defendido su gestión económica o en áreas como el sector financiero -con la polémica desaparición de las cajas de ahorros- y la sanidad, a su juicio, "más pública" que nunca tras sus dos primeros mandatos. Enfrente, ha afeado la gestión de las fuerzas rupturistas en algunas urbes gallegos.
Feijóo ha reiterado que no se presentó "contra nadie", por lo que no se considera "enemigo" de ningún miembro de la oposición, y también ha reconocido que quedan "problemas" por resolver. Si fuera una cuestión de interés personal, ha dado a entender que no se hubiese presentado por tercera vez ni se hubiese arriesgado a irse con una derrota "en su biografía política".
"No busquen en mí un enemigo de nadie", ha pedido a la oposición, al tiempo que ha celebrado su cambio "en las formas" que ha podido constatar --ha asegurado-- en este pleno de investidura. De hecho, confía en que el cambio en las "formas" haga posible acercarse en cuestiones "de fondo". En ello ha insistido antes de volver a llamar a sus rivales al diálogo y a no limitarse "a culpar de todo a Feijóo hasta 2020", garantizando una legislatura más útil.
"En nombre de Galicia trabajaremos juntos"
"Les propongo que salgan de la situación del año 2009, pero no para situarse en la de 2012. Ustedes piden cambios, pero no me pidan que haga lo contrario a lo que demandan los gallegos porque no lo voy a hacer. Estoy aquí porque los gallegos lo decidieron así y es algo que no conviene perder de vista mientras que tengamos el acta", ha recalcado Feijóo, quien ha agradecido el apoyo de los suyos.
Eso sí, desde este mismo jueves, en el que ha sido investido presidente de la Xunta por tercera vez, ha garantizado que intentará gobernar para "todos". "En nombre de Galicia, trabajemos juntos. Hay una mayoría abierta a todos los gallegos y en la política se está de paso. Prevalece el país, Galicia, nada más", ha concluido.