"Síndrome de Monte Pío" Lo dijo la portavoz del BNG y en esa línea se manifestaron los demás grupos de la oposición respecto al discurso de investidura del aspirante a la presidencia de la Xunta.
El portavoz de En Marea, que se estrenaba en esta lides, dijo que el discurso había sido "un mal diagnóstico" que solo puede dar lugar "a un mal gobierno". Luis Villares lamentó que Feijoo no se acordase de los problemas reales de los gallegos, como el paro, el riesgo de exclusión social o la sanidad, y puntualizó que si realmente se creaban los 100.000 empleos prometidos sería para volver a la misma tasa de paro que en el 2009.
El portavoz del PSOE, por su parte, manifestó su "decepción" por un discurso que, a entender de Leiceaga, destacaba solo por sus "ausencias", las de los problemas reales de los gallegos, y criticó que Feijoo tendiese la mano a la oposición pidiéndole su apoyo en cuestiones obvias como la defensa de la democracia pero no plantease los verdaderos retos de Galicia.
Ana Pontón lamentó que Feijoo no aspirase a más que al "continuismo" y haya renunciado a avanzar en el autogobierno limitándose a criticar el nacionalismo, olvidar la defensa de la lengua gallega y no hacer referencia a un problema tan grave como la violencia de género.
Solo Pedro Puy, portavoz del PP, aplaudió el discurso de Feijoo, que para él es una apuesta para un gobierno de futuro que dispondrá de un 3% más para invertir en las necesidades de la población y en sectores que lo necesitan como los autónomos o el desarrollo rural.