La Fiscalía de Menores ya ha citado a declarar en calidad de investigados -antes imputados- a los dos quinceañeros que aparecen en la pelea grabada en O Cantiño a finales de septiembre.
De esta forma, se trata de determinar si se pudo incurrir en un delito de lesiones, de haberlas, y en otro contra la intimidad por la difusión del vídeo de la pelea, en el caso de que se diese identificado al menor que la grabó y que la colgó en las redes sociales, lo que se augura complicado. Asimismo, fuentes de la Fiscalía lucense coinciden en que se está "sobredimensionando" estos hechos puntuales y que puede tener un efecto "pernicioso" para los menores.
Por otro lado, en los últimos días ha corrido como la pólvora que los menores que suelen participar en estas peleas se identifican por el colorido tatuaje de una gran cabeza de tigre que llevan en un costado. Pero no se trata de un tatuaje. Es una calcomanía que se puede adquirir por un euro en una tienda de la Rúa da Raíña. Ese malentendido ha propiciado una serie de ingeniosos memes en las redes sociales.
Tratamiento mediático
La sobrexposición pública a la que se está sometiendo a los adolescentes lucenses a raíz de la difusión del vídeo de una concurrida pelea de dos quinceañeros en O Cantiño ha merecido la reprobación de la comunidad educativa.
Así la del instituto Leiras Pulpeiro hizo público un comunicado en el que expresó su "preocupación" por la situación vivida este jueves por la mañana, cuando varios medios de comunicación estuvieron a la entrada, según apuntó, "la toma de imágenes de nuestro alumnado y abordar a algunos de ellos para conseguir información sobre hechos acaecidos hace tiempo fuera de este centro".
"Debemos insistir en que la mayoría de nuestro alumnado es menor de edad y que los responsable de los centros educativos no tienen instrumentos legales para evitar este tipo de situaciones, que según nuestra opinión, no debería darse delante de un centro escolar", según dijo.
La comunidad educativa de este centro de secundaria y bachillerato aprovechó además para "hacer una llamada a la reflexión a ciertos medios de comunicación sobre el tratamiento que se le viene dando a algunos desafortunados incidentes protagonizados por un grupo de jóvenes de nuestra ciudad, sin cuestionar el derecho a la información".
En ese escrito, firmado por la directora del instituto, se pone de manifiesto que las peleas entre quinceañeros y las quedadas a través de Whatsapp para presenciarlas "no muestren la realidad de la mayoría de nuestros adolescentes, y además contribuyen a reforzar ciertos comportamientos que perjudican seriamente la convivencia dentro y fuera de los centros educativos".