Un niño de 7 años se debatía este lunes entre la vida y la muerte en el Hospital Álvaro Cunqueiro después de haber caído desde una altura de 10 metros en un centro comercial de Vigo. El menor caminaba acompañado por su madre por la pasarela que une el Casco Vello y el mercado de A Pedra con el centro comercial de A Laxe. En determinado momento, pasadas las 21:00 horas, madre e hijo se encaminaban hacia la entrada a las tiendas. El pequeño aprovechó un despiste mínimo de su progenitora para encaramarse arriba y apoyarse de pie sobre la superficie del pasamanos, pero no lo bastante ancha para sostener a una persona encima. Una vez arriba, el niño perdió el equilibrio y cayó al vacío por causas desconocidas.
La víctima impactó contra la acera cercana a la parada de taxis y la fachada del edificio comercial. Inmediatamente fue atendido por personal sanitario de una ambulancia del 061 que lo evacuó urgentemente al mayor hospital de Vigo.
Fuentes cercanas al caso indicaron que el niño iba en estado crítico. La noticia circuló por Facebook rápidamente, ya que en el centro comercial había muchas familias que disfrutaban de las fiestas de Halloween con sus hijos pequeños disfrazados y tuvieron noticia de lo ocurrido al ver el despliegue policial. Muchas madres de escolares avisaron a otras para alertar de lo sucedido y mostraron su consternación con el tráfico siniestro.
El accidente ha pasado a ser investigado por la Policía Nacional de Vigo, cuyos agentes acudieron anoche a estudiar los pormenores del caso y el escenario donde ocurrió la caída. Se trata del lugar más bajo de la pasarela que cruza la calle Cánovas del Castillo, junto al puerto pesquero de O Berbés. Muchos transeúntes la usan para pasar rápidamente del centro comercial de A Laxe al Casco Vello. Mide cuatro o cinco metros de ancho y más de 50 de largo. Baja en pendiente hasta un lateral de la superficie comercial.
La barandilla metálica mide alrededor de 70 o 80 centímetros de alto. A un adulto le da por la cadera y un niño tendría que auparse arriba para poderse caer o bien sentarse sobre la barandilla, lo que es difícil. Una de las versiones indica que el niño lesionado también vestía un disfraz de Halloween dadas las fiestas que había en esa zona en víspera de festivo, y que un familiar le dijo que se apoyase para sacarse una foto, pero esto no fue confirmado por las fuentes cercanas al caso.