El vodevil del PSOE

No hay que darle vueltas. La huida hacia adelante que inició hace tiempo Pedro Sánchez en el PSOE ha generado una crisis sin precedentes que se agrava por su incapacidad de reconocer que está abriendo una grieta dentro del partido que cada día que pasa será más difícil de solventar.

El vodevil entre bochornoso y patético que el PSOE ha ofrecido en las últimas 48 horas constituye uno de los momentos más bajos de la vida de uno de los partidos políticos más importantes de la historia de España. Pero esta representación de intriga e irresponsabilidad continúa desde la mañana de este sábado. Y nadie sabe cómo terminará.

Porque irresponsables son todos. Todos los bandos, como ahora se hacen llamar o como ahora se acusan las unas a las otras de las diferentes corrientes que conviven en el seno del PSOE: en bandos. Y esa irresponsabilidad por la lucha por el poder y por controlar el partido los ciega. Algo que recuerda a lo tristemente acontecido en los años veinte del siglo pasado.

La crisis del PSOE no es un asunto menor dada la importancia en la vida política del país y más en la actual coyuntura. Además, la causa profunda no es solo una lucha de poder interna entre facciones, barones o federaciones, sino un asunto de interés general: decidir si el partido permite, mediante alguna forma que va desde la negociación con el PP hasta la abstención crítica, la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno.

La imagen que está dando el partido desde primeras horas de la mañana de este sábado, en que estaba convocado el comité federal, es patética. Sánchez intenta frenar posiciones imposibles, y lo único que se le ocurre es proponer la readmisión de los 17 miembros de la dirección dimitidos y votar el lunes en la ejecutiva. Un bochorno para el político acuartelado en Ferraz, que intenta ganar tiempo para aferrarse al cargo.

En la representación de esta comedia frívola entre forofos más que entre políticos serios, hasta el exministro José Blanco amenaza con los tribunales si no se da una solución al conflicto.

El caso es que después de las elecciones autonómicas del 25-S, con un desastroso resultado del PSdeG y a la espera de constituirse el Parlamento gallego, la presidenta de la gestora del PSdeG es la principal actriz en esta representación frívola. Pilar Cancela siguió y sigue todas las políticas y estratagemas de Sánchez a pies juntillas y extiende hacia Galicia la crisis socialista, con lo que genera una situación que requerirá intervenciones urgentes y ocasionará un daño que, como ocurre en la dirección federal, tardará tiempo en paliarse. Tristemente es el vodevil de un PSOE desnortado desde hace tiempo.