Ni denuncias ni nada. La provincia ourensana ha demostrado que es el verdadero "granero" de votos del PPdeG. Y este domingo lo ha demostrado. Con una participación que saltó del 51,1% en 2012 al 66,1% en la cita del 25-S ha resultado ser una prueba superada. Y Ourense, una vez más, se ha teñido de azul. El popular José Manuel Baltar Blanco no tiene quien le cuestione en su baronía y ha vuelto a arrasar en las urnas, en esta ocasión mejorando los resultados de 2012, logrando 9 escaños para el PP, frente a los 8 de la anterior cita electoral autonómica.
Los populares de Baltar en la demarcación provincial de Ourense, con María Sol Díaz Mouteria como cabeza de lista, han logrado el 53,1% de los votos, frente al 49,1% en los comicios autonómicos de 2012. Díaz Mouteira ha estado acompañada de una nómina de veteranos y pesos pesados el partido como Miguel Ángel Santalices, Antonio Rodríguez Miranda, Cristina Romero y Moisés Blanco, que ya ocuparon sillón en el parlamento gallego en la pasada legislatura y que repetirán de nuevo.
En el polo opuesto, los socialistas, con Noela Blanco Rodríguez a la cabeza, que relevó al controvertido Pachi Vázquez, no levantan cabeza y se hunden. Se quedan en 2 escaños. Pierden 2 representantes, una circunstancia que para muchos en el seno del partido, vistas las disensiones internas habidas,"era algo previsible". Logran un 17,7% de los votos, los que supone una caída de 6 puntos con respecto a las pasadas autonómicas. Toda una debacle que va a dejar tocado al partido en la provincia. Los socialistas ourensanos mantienen sin freno el goteo de pérdida de escaños desde 2009, año en el que contaban con 5.
La coalición de En Marea, con María de los Ángeles Cuña Bóveda, aterriza en la arena política ourensana con unos buenos resultados ya que logra dos escaños, obteniendo el 13,7% de los votos. Su resultado supera el logrado por AGE en la provincia en 2012, que había arañado un diputado, con el 7,86% de los sufragios emitidos. En Marea se queda a un paso del PSOE en votos, logrando más de 23.000 sufragios, frente a los 30.000 del PSOE.
El BNG ha cumplido a medias con su objetivo. Noa Presas, pese a las negativas perspectivas que le auguraban que no lograría representación, ha salvado los muebles y ha conservado el escaño que había conseguido en la cita electoral del 2012.