El Tribunal Supremo (TS) analizará este miércoles los recursos de casación presentados por los padres de Asunta Basterra, Alfonso Basterra y Rosario Porto, contra la condena de 18 años de prisión ratificada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia por el asesinato de su hija, una deliberación que se produce coincidiendo con el tercer aniversario de la muerte de la niña, ocurrida el 21 de septiembre de 2013.
Los recursos sobre los que deberá fallar el Supremo fueron presentados por las defensas de los condenados después de que el TSXG ratificase la condena a 18 años de prisión para cada uno de los padres que determinó la Audiencia Provincial de Coruña por el asesinato de su hija Asunta.
Cuando se cumplen exactamente tres años del asesinato de la menor, el TS realizará una deliberación a puerta cerrada sobre estos recursos, de la que se conocerá el fallo, tras lo que se redactará una sentencia en base al mismo.
En el mes de marzo, el TSXG confirmó la condena a los padres de Asunta emitida por la Audiencia Provincial en un auto en el que se avalaban los hechos recogidos como probados en el auto original del juez Jorge Cid Carballo, excepto en el punto que se refiere a la participación directa de Alfonso Basterra en la muerte de la niña.
Modificación sin alteración de pena
Así, el alto tribunal gallego introdujo una modificación en los hechos probados según la cual fue Rosario Porto la única culpable de asfixiar a su hija Asunta, aunque determinó que esto lo hizo "en ejecución del plan preconcebido" con Alfonso Basterra para acabar con la vida de la menor.
Aún teniendo en cuenta esto, y tras desestimar las irregularidades alegadas por las defensas de los padres, el TSXG indicó que la pena que cabía imponer a Basterra por este caso era la misma que a Porto, 18 años de prisión por asesinato con agravante de parentesco y abuso de superioridad.
Ahora deberá ser el Supremo el que determine si esta sentencia está correctamente fundamentada o si, como alegan las defensas de los padres, la condena carecía de pruebas.
Asunta Basterra Porto, de 13 años, murió asfixiada el 21 de septiembre de 2013, aunque su cuerpo, abandonado en una pista forestal en las proximidades de Santiago de Compostela, no fue localizado hasta la madrugada del día 22. La investigación posterior, que terminó con el encarcelamiento de sus padres adoptivos, determinó que, además, la menor había consumido antes de su muerte y en los meses previos distintas cantidades de 'lorazepam', la última en rango "tóxico".